Toda muerte violenta es condenable. Pues debido a nuestras creencias religiosas, espirituales o éticas, sabemos que tenemos el deber de rechazarla y abominar de tales actos. Tanto si es ejecutada por los gobiernos a traves de sus erroneas leyes, o por cualquier fanática interpretacíon religiosa.
Tenemos ejemplos tan ilustrativos como China con sus 5,000 ejecuciones al año, algo atroz, que ha sido desnunciado tantas veces por la Amnistia Internacíonal. O el caso de Iran donde la homosexualidad y el adulterio son castigado con la horca y para la mujer con la terríble lapidacíon. Tambíen en la democratica America tenemos vigente la pena de muerte en muchos estados. Por supuesto, todos los gobiernos se apoyan en lo mismo. El castígo es la unica medída para cortar la criminalidad y cualquier conato de rebelion. Pero las organizaciones que están en contra esgrimen el consabido derecho a la vida, alegando lo inhumano y primitivo de dicho procedimiento.
Pues bien señores, tenemos un crimen muy tolerado a nivel universal y se llama aborto y ante esto nadie se manifiesta ni se inmuta. Pero eso sí, estos sepulcros blanqueados se rajan las vestidura cuando un criminal convicto de asesinato es condenado a muerte pero no mueven ni un dedo cuando cientos de vidas son aníquiladas. Y en algunos casos de forma repugnante y sordida como ocurrío en una clínica de Barcelona. Claro, ¿a quien le importa? Despues de todo, se trata un feto con solo 24 semanas aunque está demostrado cientificamente que tiene un corazon que emite latidos.
¿Tanto nos hemos endurecidos que aceptamos el aborto como algo que los gobiernos pueden programar a su antojo? ¿Quien clamará por esas vidas inocentes? Posíblemente nuestro Karma responderá algun día a este crimen.
All violent deaths are deplorable. As a by-product of our religious beliefs, sprituality or ethics, we know that we have to condemn and reject such abominable acts, be it executed by some erroneous laws laid down by the goverment, or by any fanatic interpretations of religion.
We have illustrative examples in China where there are 5,000 executions per year, and this has been denounced by Amnesty International on various occasions. Or in the case of Iran, where homosexuality is punishable by hanging and adultery in women is punishable by stoning. Even in democratic USA we still have capital punishment in many states. Of course, all governments are in favour of the same precept, that punishment is the only method to stem crime and any forms of rebellion. But the organisations that are against the law of crime and punishment use the well-known defense of human rights, alleging that such forms of punishment are inhumnae and primitive.
Well, my dear readers, we have a crime that is more than tolerated universally - abortion. Few people are rallying to stop this practice. On the other hand, those morally righteous human rights activists are outraged when a criminal is convicted of murder and sentenced to death but will not move a finger when hundreds of lives are annhilated via abortion. And in certain cases, in the most repugnant and sordid manner, as documented by the case of a clinic in Barcelona. Who really cares about this? At the end of the day, we are dealing with a fetus that is only 24 weeks old, but which has been scientifically proven to possess a heart that emit heartbeats.
Have we been so hardened that we condone the act of abortion as some whimsical act that can be programmed by the governments? Who will clamour for these innocent lives? Possibly our Karma will one day respond to this crime.
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