Últimamente el cruel y viscoso régimen que controla las
vidas de los ciudadanos de Arabia Saudís, está destacándose por su inhumana
forma de tratar al resto del mundo. Un
trágico ejemplo lo tenemos en las decenas de miles de muerte ocasionada, por
los feroces ataques de sus aviones contra la población del Yemen. El bloqueo económico impuesto a dicho país
está ocasionando centenares de muerte en la población infantil, a causa del hambre,
y el cólera. Todo este insufrible
genocidio está respaldado por USA y OCCIDENTE, que les venden el mejor armamento.
Ahora un horripilante suceso es noticia mundial.
Se trata del asesinato del famoso
periodista Jemal Khashoggis. Este
periodista era muy crítico en sus artículos y conferencias, contra la actual tiranía
que impera en su país. La respuesta, a
las verdades que denunciaba este periodista por parte de las autoridades sauditas,
ha sido algo más que drástica.
Un escuadrón de la muerte con el consentimiento del
actual rey y su hijo, el príncipe heredero, fue enviado a Estambul, con la
misión de hacer callar para siempre a tan molesto opositor. La manera como fue asesinado este hombre, es
digna de los sicarios de los carteles mexicanos. Sencillamente le han descuartizado, con una
sierra especial que los asesinos se trajeron de Arabia Saudí. La muerte entre insoportables dolores duró
siete interminables minutos. Como era de
espera, tanto USA como Europa, han condenado de manera suave a este repugnante
asesinato. Púes todos tienen suculentos
contratos de infraestructuras con el sanguinario país. Se trata del vil metal, digo yo.
