La moción de censura contra la inmundicia de gobierno que rige el destino de la sumisa nación ibérica, fue para casi todo el mundo un rotundo fracaso. Como era lógico, las matemáticas nos decían que era imposible que triunfase dicha moción. Solo los 52 dignos patriotas dieron el sí, el resto de la cámara, los 298 diputados parásitos dijeron no y de esa forma seguir cobrando su suculento salario cada mes. Como era de esperar la chusma separatista de Cataluña, Las Vascongada y Galicia, estaban más que dispuesto a decir un no rotundo a la moción, púes la basura que se regocija con la destrucción de España ya han recibido sus correspondientes monedas de plata, por su apoyo masivo al actual gobierno de tendencia comunista y masón.
Ni uno solo de los diputados parásitos tuvo la dignidad
de votar por su apoyo a la moción de VOX.
Claro que los más miserables parásitos sin duda alguna, fueron los
diputados de un partido de derecha como lo es el Partido Popular. La intervención del líder del PP fue de una
dureza innecesaria contra el líder de Vox, Santiago Abascal. En fin, cuando la noble nación española se
rompa de verdad, la tarea no será tan fácil para los traidores, pues habrá
sangre y revancha y más de un diputado parasito podría sentir en sus carnes
algo de furia patriótica que podría resumirse en ser aplastado como una
repulsiva cucaracha, digo yo.