Siempre
había deseado alcanzar esa clase de amor, qué solo se daban en las novelas románticas
de Florence L Barclay, pues su vida amorosa era lo mas parecido a una
insustancial o banal cacería de fines de semanas, en donde la pieza capturada
dejaba de tener su valor al cabo de unos días, de esa manera se sucedían los
dias sin que sus sueños de encontrar un amor sincero pudiera cristalizar. Un día sin embargo sus anhelos pareció cumplirse,
al conocer a esa mágica persona de sus imposibles sueños. Fue en un refinado restaurante de la zona
opulenta de la ciudad. Ése día como
tantos otros acudió al céntrico restaurante, dónde ejercía su modesto trabajo
de camarero. Fue al servir la mesa en
donde estaba sentado aquel elegante cliente, cuándo algo le hizo vislumbrar en
unos segundos, que aquella persona era la que tanto había deseado conocer y amar.
Algo reciproco ocurrió entre aquellos
dos seres, que el destino o el Karma habían programado para juntarse y amarse.
Todo
ocurría como si algo sobrenatural hubiera escrito un guion para sus nuevas vidas.
Fue así que desde aquel feliz día, la vida de ambos pudo transcurrir por un
periodo de mas de 60 años, en donde el respeto y la solidaridad les unió con
tanta fuerza. Sin embargo ese lirico y tierno
amor, tenia una fecha de caducidad para uno de ellos. Fue así que se juraron morir al mismo tiempo.
Aquélla tarde de Otoño pactaron meterse en la amplia bañera, y tras injerir una
gran dosis de barbitúrico con cognac, se abrieron las venas y el agua templada
hizo el resto. Al día siguiente aquellos
dolientes amantes, eran dos perros vagabundos en la periferia de la populosa Bangkok.
De esa forma la reencarnación les dio a
aquellos dos amantes, la nueva oportunidad de continuar su bella historia de
amor.