Otro brutal asesinato golpeó a la sociedad española. La víctima era una joven profesora con toda
una vida por delante. La rata asesina había cumplido 17 años de cárcel, por
haber asesinado a machetazos a una indefensa anciana. Como era de esperar,
después de de un mes de salir de prisión, ésta rata sarnosa ha vuelto a
asesinar de nuevo. Me pregunto cuántos años
le echaran ahora a esta carroña humana. Lo
lógico en estos casos seria implantar la pena de muerte, a ser posible Garrote Vil. Una vez más tras este brutal crimen, la
sociedad responde con flores, velas y el estúpido minuto de silencio, y mucho
debate de bla, bla, bla.
Aquí los culpables morales de la muerte de esta joven
mujer, a mano de una rata psicópata, son los políticos y los jueces que imparte
una magnánima sentencia contra estos repulsivos asesinos. Lo dicho, implante de
una puta vez la pena de muerte, ante casos de violación y asesinatos. Pero claro, la comunidad europea tan
civilizada, se opondría ante una medida justa y lógica. Como nada se arreglara con leyes que penalizan
a las víctimas, y otorgan impunidad a los asesinos, solo nos quedaría aplicar
la ley del talión, digo yo.