La
Irrupción de las temibles milicias islámicas del ISIS, bien entrenadas y armadas,
con un sofisticado armamento, han llegado con su audacia, a capturar la
importantísima base aérea siria de Tabqa. Esto representa un gran peligro para
el régimen sirio. No solo eso, es que Iraq está rezando para que vuelvan los marines,
y pongan algo de orden en aquel pantano. Lo mas rocambolesco de este maldito puzle,
es que hasta el régimen teocrático de Irán estaría dispuesto a colaborar con su
odiado enemigo, que es USA, eso sí, de malas ganas, ¡qué remedio! Púes el Isis
podría llegar a los lugares sagrados de Kerbala y Nayaf que se encuentran en Iraq.
Ya ven, no sería la primera vez que en el juego de los interese geopolíticos se
hacen extraños compañeros de cama. De esta forma todos se unirían para luchar
contra el Isis.
Todo
este rompecabeza solo tiene un culpable, que es la codicia y la estúpida
política exterior de USA. La verdad es que tanta torpeza tiene su lógica, y esa
es la llamada Operación Yinon. Este plan se ideó en los años 80s, con la
estimable ayuda del Mossad. Se trataba de debilitar a los regímenes fuertes que
eran un peligro para Israel. El actual caos en el mundo árabe es un factor
positivo para el sionismo. Hoy vemos que el plan Yinon está saliendo a la
perfecion, ya no existe Libia como nación, ni Iraq, y el Líbano esta en perpetúa
crisis. Al paso que vamos podría
seguirle Siria, en donde todos luchan contra todos. Se trata de balcanizar el
Medio Oriente, tribalizar a esos países en guerras sectarias de sunitas contra chiitas.
A día de hoy Israel no tiene un enemigo poderoso. Sólo el régimen de Irán podría
hacerle frente. Eso sí, el Frankenstein que han creado tanto USA y Israel, se
le puede convertir en un boomerang. No sería raro ver a Jordania y a la Cisjordania
ser absorbida por el Isis, es entonces cuando los judíos probarían su propia medicina.
Púes tanta asimetría con la sangre de los demás, al final te pasan factura.
Aunque con un par de bombas atómicas se resolvería el problema, será por deseos
mesiánico, digo yo.