Un suceso gravísimo ha ocurrido en los cielos de Siria. Como es ya habitual con total impunidad,
aviones de combates judíos han vuelto a bombardea territorio sirio. En esta ocasión con engaño han podido
confundir a las defensas antiaéreas sirias. Las baterías del ejército sirio, al repeler la
agresión sionista, derribaron un avión ruso, matando 15 de sus tripulantes. Lo insólito de este suceso es que siempre que
la aviación judía bombardea objetivos sirios, avisan a los rusos para que no
estén cerca de dichos objetivos. Se
trata de no causarle ni muertos ni heridos. Me pregunto, ¿cómo la gran aliada de Siria, se
presta a este lamentable pacto con los arrogantes judíos? Éste asunto demuestra que Putin se está
pasando de blando con Israel, o sencillamente como en Israel viven más de un
millón de judío, procedente de Rusia, prefiere no enemistarse con los sionistas.
Ya va siendo hora de enseñar músculos ante la prepotencia
judía. Sería una buena muestra de
confianza para el régimen sirio, que Rusia diera un escarmiento al régimen
israelita, bombardeando algunas de sus ciudades, o zonas militares. De lo contrario, los sirios están en su
derecho de buscarse otro aliado con más testosteronas, que tener por aliado a
un tigre o un oso de papel, digo yo.