La actual manera de vivir en el planeta Tierra, es
sencillamente algo insano. Se trata de una carrera hacia ninguna parte, un
ejemplo lo tenemos en la locura consumista, que forma la parte más vital de nuestra existencia. Los artículos son de usar y
tirar, cada día estamos siendo bombardeados por los medios de comunicación,
para que nuestros sentidos se llenen de cosas a cual más superflua y sin sentido.
Son tantas las personas que pueden disponer de mil Euros, para poder adquirir
el ultimo modeló de teléfono, que me
pregunto si tal articulo les asegura una dicha completa. Nadie se para a pensar
por unos segundos, lo mágico que es contemplar una hileras de hormigas en su
cotidiano peregrinar. Por no mencionar la maravilla que encierra poder ver una
puesta de sol. Todo se trata de atontar nuestros sentidos, en la compra de
artículos perecederos. No somos seres robóticos que nacen para consumir de
manera conpulsiva, algo de espiritualidad anida aun en nuestra alma. Sería tan
bonito darnos una oportunidad de ver nuestra forma de vivir con otro prisma.
Puesto a consumir, consumamos algo de espiritualidad, después de todo es gratis
y nos hace ser mas humanos y también solidarios, digo yo.