Siempre he creído que la caza es una aberración, cuando su propósito es para mostrar su masculinidad y vanidad, a los que se dedican a este innoble propósito. Estos días un repugnante suceso ha ocurrido en Portugal, concretamente cerca de Lisboa. Se trata de una finca de 765 hectáreas, en dicha finca su asqueroso propietario organizó una cacería en donde se masacraron a mas de 560 jabalíes y venados, la mayoría de estos animales eran hembras. Lo terrible de esta matanza es que la finca estaba totalmente cerrada, y los animales no podían escapar a su terrible destino. Sencillamente los malditos cazadores tenían esa gran ventaja, de no tener que trabajar mucho para cometer su abominable ejercicio de tiro al blanco. Como siempre estos hijos de putas no serán multados ni pagaran sus malvados actos. Luego es justo calificar a esta gentuza de infrahumanos y sádicos, digo yo.