Si uno, en su ingenuidad, pensaba que lo había visto todo
en la sabia y vieja nación española sobre asuntos tan poco éticos como nepotismo,
corrupciones y prevaricación, desde luego que estamos equivocados. Estos días
asistimos a sucesos dignos de los esperpentos de Valle Inclán. La moda mimética del plagio corre como la
polvora, entre los torpes y mediocres políticos que por desgracia gobiernan los
destinos de España. Si el primer ejemplo
de inmoralidad política lo inició la antigua presidenta de La Comunidad Autónoma
de Madrid, una tal Cifuentes al descubrirse que su Máster era un plagio, y como
consecuencia tuvo que dimitir de su privilegiado puesto, al cabo de un año, los
medios de comunicación vomitan sin cesar tres casos a cual más deplorable. Empezáremos con la nueva esperanza blanca, de
la derecha del Partido Popular, un tal Pablo Casado. El nuevo Secretario general de los populares también, como un mediocre y mimético politiquillo, cometió la imperdonable falta
de plagiar su doctorado. De momento
mantiene su silla.
El turno ahora es para una tal Monton, que ha durado,
como ministra de Sanidad del actual gobierno socialista, menos que una bolsa de
caramelos en la puerta de un colegio. Como
era de esperar su afamado doctorado era un bochornoso plagio. Esto le ha hecho dimitir. Claro que la madre de todos los plagios se lo
lleva el actual presidente, que rige los destinos de nuestra abúlica nación. El plagio de Pedro Sánchez es tan grande como
La Catedral de La Almudena. Como es
lógico, todas las miradas se dirigen a su arrogante figura. Al ser el nuevo Caligula, amenaza al que se
atreva cuestionar su brillante doctorado. Púes él achaca, como es lógico los ataques de
los medios de comunicación, a la típica y cansina campaña para derribarle de su
pedestal de La Moncloa. Eso sí, el
pueblo ve todo estos eventos, con mucho cachondeo y buen vino, y hasta es
posible que en las chirigotas de Cádiz o las Fallas, hagan algo especial sobre
este gran plagiador, digo yo.
El plagio del doctorado es, de momento, un problema del presidente chirriquitiflautico que tenemos los españoles. Los demás es solo copia de Máster. Aunque está mal todo, lo que es inadmisible que tengamos un presidente que, además de presumir de su sombra, presumía de su doctorado, cuando debiera estar avergonzado. No es de extrañar que se rían de nosotros en el extranjero. Un abrazo
ResponderEliminarDa verguenza ajena este asunto.Espero que convoque elecciones,pero a este pajaro desde luego lo que desea es destruir LA nation iberica,saludos.
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