En
estos tiempos que vivimos estamos acostumbrados a oír la palabra teocracia, y
nuestras miradas se dirigen a regímenes como IRÁN o ARABIA SAUDI. Pero en la historia de la humanidad se dieron
mas de una vez esta clase de de dictadura religiosa. Uno de los ejemplo mas crueles se dio en Suiza,
en concreto en la ciudad de Ginebra, durante los años 1541 a 1564. Fue en esa ciudad donde este demoniaco sujeto
llamado Calvino, implantó su peculiar teocracia al interpretar de forma cruel
el Antiguo y Nuevo Testamento. Era tan
absoluto el poder de este cuervo con sotana, que solo en la Rusia de Stalin o
en la Cambodia de Los Khmer Rouge, se podría hallar un mismo paralelismo. La forma de consolidar su dictadura religiosa
era a través de la delación o el terror fisico.
Nada escapaba a su iniquidad. Hasta
en la manera de vestir o de llevar el cabello, veía este psicópata religioso
una afrenta a Dios. El mal nacido no
toleraba ni flores ni música en las Iglesias, mucho menos imágenes de santos o vírgenes.
Solo
una voz se alzó contra este terrorista religioso, ésa voz fue la de Sebastián
Castalion. Él dijo, ‘matar un hombre no
es nunca defender una doctrina, sino matar a un hombre.’ La figura estética de Calvino era de esta forma,
todo era feo y inarmónico en este lúgubre personaje, sus óvalos largos, frente
estrecha y severa, ojos que asemejan carbones llenos de odio, nariz aguda y ganchuda,
la boca delgada como cortada por un cuchillo. Su piel era seca y de color ceniza, manos
enflaquecidas, descarnadas, incoloras, frias y huesudas como garras. Éste es el retrato que hizo el gran escritor
austriaco Stefan Zweig sobre este inmundo terrorista en su libro, ‘Castalio
contra Calvino’. Les recomiendo este
esclarecedor libro sobre este tenebroso ser, que usaba a Cristo como excusa
para su criminal teocracia.
Pues sí, gracias al menda este quemaron en la hoguera a Miguel Servet, eminencia científica de la época, y sin embargo tenemos que soportar la fama de oscurantistas e inquisidores como si hubiéramos tenido la exclusiva, que además no fuimos los peores...en fin, lo de siempre.
ResponderEliminarAqui viene muy bien el dicho de. Uno tienen la fama y otros cardan la lana .Pues a nivel de Inquisicion, nuestra patria fue mas benevola que otras naciones,un saludo,
EliminarLos extremos siempre fueron malos y en Europa Central mucho peor, por mucho que, cómo dice Maribeluca, siempre nos cuelguen el San Benito a los españoles. No obstante una entrada cómo esta viene bien para recordar que, antes de sacar la pajita del ojo ajeno, debemos de sacar la viga del propio. Ojú que malo que era el menda...
ResponderEliminarUn saludazo.
El menda era mas malo que la carne del pescuezo,que ya es decir,un saludazo,
EliminarUnos crían la fama y otro cardan la lana, Agustín.
ResponderEliminarAy, los calvinistas... los protestantes... los evangelistas.... tan progresistas ellos... tan avanzados.
Luego, hurgas un poco en la herida, y todo lo que encuentras es pus.
Buena entrada. Apunto la reseña.
Un abrazo.
Aqui tambien se pueda aplicar el dicho de crea fama y echate a dormir.Y a España con la leyenda negra,la fama de ser los malo de la pelicula se quedo para siempre.Eso les dio motivo a otras naciones para echarse a dormir,que las culpas de La Inquisicion es solo nuestra,saludos,
ResponderEliminarAGUS, si tienes facebook ya sabes, búscame por Paco Gacela, estoy ahora mucho en el facebook , un saludo.
ResponderEliminarLa verdad es que no soy mucho de Facebook,aun asi echare un vistazo,un saludo,
EliminarLe noto algo biblico en sus comentario.Yo creo que los gringos tienen algo que ver con los graves problemas de su hermoso pais,saludos.
ResponderEliminar