Para algunos será un desconocido, más se podría convertir en el nuevo amo de Libia. Se llama Abdelhakim Belhaj. Retengan este nombre en su memoria, él traerá el nuevo orden a Libia. Puede que algunos hayan oído hablar de él en Medio Oriente, más serán poquísimos en Europa. Es hora de ponerse las pilas sobre lo que va a ocurrir en Libia en los próximos meses. Pues la historia y vivencias de este personaje darán mucho que hablar. Empezaremos diciendo que Belhaj es el hombre más importante de Al Qaida en Libia. En este momento es el máximo comandante militar afincado en Trípoli, y su fuerza está compuesta de mil yihadistas. Sus hombres son los más aguerridos y adiestrados dentro del caos reinante en los grupos rebeldes.
Abdelhakim Belhaj es un yihadista libio, nacido en Mayo de 1966. Su bautismo militar tuvo lugar en la guerra antisoviética de Afganistán. Es el fundador del grupo de Combate Islámico Libio, < LIFG por sus siglas en ingles>, y su emir de facto. Después que los Talibanes llegaran al poder en Kabul en 1996, el LIFG mantuvo dos campos de de entrenamientos en Afganistán. Después del 11.S.2001, Belhaj fue a Pakistán y también a Iraq donde se hizo amigo de unos de los personajes más sangriento y despreciable de aquella época en Iraq. Nos estaríamos refiriendo a Abu Musab Al Zarqaui. En Iraq los libios eran el contingente Suni yihadista extranjero más importante, después de los sauditas.
El LIFG había estado controlado por la CIA desde el 11.S. En 2003, Belhaj fue finalmente arrestado en Malasia y luego fue transferido a una prisión en Bangkok. En 2004, los americanos decidieron enviarlo como un regalo envenenado a las autoridades libias, hasta que Gaddafi lo liberó en Marzo de 2010, junto con otros 200 terroristas. Pues no comprendo este gesto de magnanimidad de Gaddafi. Se supone que lo realizó para limpiar algo su imagen de monstruo sanguinario. Y llegamos a Febrero de este año 2011, viendo como el tal Belhaj puede andar libremente sin problemas por las calles de Trípoli, más como los acontecimientos se aceleran en Libia, Belhaj decide volver a la acción. El resto de la historia ya la conocemos de antemano. Abdelhakim Belhaj se erige en el jefe supremo a la toma de Bengazi, y desde allí ayudado por el aparato militar de la NATO, consiguió llegar a y ocupar Trípoli después de seis meses de lucha.
Ahora el problema es como cambiar la situación. Los países europeos han antepuesto su codicia a la realidad, y esta es que ni Belhaj ni sus hombres entregaran sus armas. También hay que contar con Abdel Mustafá Jalil presidente del Consejo Nacional de Transición, < CNT>. Pues sus declaraciones son algo más que inquietantes, al afirmar que la nueva Libia será un estado Islámico y la Sharia la principal fuente de legislación. ¡Cómo cambian las cosas, no! Hace un año las chicas libias paseaban en pantalones tejanos por la Cosmopolita Trípoli, más ahora en el mismo tiempo veremos la moda del Burka. Muchas gracias, Occidente, por el regalo. Más no todo está perdido pues Gaddafi podría seguir los pasos de Mao Tsetung, y comenzar la guerra popular prolongada. No tiene otra salida.
For some people he might be someone who is unknown, but he could very well be the new leader of Libya. His name is Abdelhakim Belhaj. Remember this name, as he will bring about a new order in Libya. Some of you might have already heard about him in the Middle East, but few in Europe would have heard anything about him. It is time to think hard and clear about what could happen in Libya in the following months. The life and history of this person is full of anecdotes to talk about. Let´s start by saying that Belhaj is the most important person of Al Qaeda in Libya. At this moment, he is the premier commanding officer based in Tripoli, and his forces comprise of a thousand jihadists. His men are the most well-trained guerilla soldiers within the chaos that reigns among the rebel groups.
Abdelhakim Belhaj is a Libyan jihadist born in May 1966. His baptism in the military took place during the anti-Soviet campaigns in Afghanistan. It was him who founded the group called Libyan Islamic Combatants, ‘LIFG as abbreviated in English’, and it is his de facto emirate. After the Taliban took to power in 1996 in Kabul, the LIFG maintained two camps for training in Afghanistan. After 11 Sep 2001, Belhaj went to Pakistan and also to Iraq where he became close friends with one of the most bloodthirsty persons and hated in Iraq during that era. We are referring to Abu Musab Al Zarqaui. In Iraq the Libyans were the foreign contingent’s Sunni jihadist that was the most important, after the sauditas.
The LIFG have been controlled by the CIA ever since the 11 Sep 2001 incident. In 2003, Belhaj was finally arrested in Malaysia and later he was transferred to a prison in Bangkok. In 2004, the Americans decided to send him as a toxic gift to the Libyan authorities, until March 2010 when Gaddhafi set him free, together with 200 other terrorists. I do not understand this gesture of magnanimity of Gaddhafi. He supposedly did this to clear his image of a bloodthirsty monster. And now we arrive in February of this year 2011, seeing how Belhaj could walk the streets of Tripoli freely, and we have also witnessed the acceleration of the turmoil in Libya as Belhaj had decided to get back into the thick of things. The rest is history, as we all know too well. Abdelhakim Belhaj has been established as the supreme leader in the taking of Benghazi, and from there assisted by the military apparatus of NATO; he has arrived in Tripoli, conquering it after six months of struggle.
Now the problem is how to change the situation. The European countries have put their greed above all else, even above reality, and this is the case where neither Belhaj nor his men will ever be predisposed to lay down their arms. We also have to bear in mind the role of Abdel Mustafa Jalil, president of the National Committee of Transition, CNT. His declarations have been more than unnerving, as he affirmed that Libya will be an Islamic state and the Sharia would be the principal source of legislature. How things have changed! A year ago the young women in the streets of Libya wore jeans, walking around cosmopolitan Tripoli, but now we see them in Burkas. Many thanks to the West, for the gift. But at the same time, not all is lost, as Gaddhafi could following the footsteps of Mao Tsetung, and start the popular war in the most prolonged fashion. He has no other options.
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