Mirándose en el espejo, se convenció que aun tenía algo
de fuego y pasión por las cosas,
pesé a que acababa de cumplir75 años. Recordaba tiempos pasados cuando las
personas eran mas combativas frente a cualquier tipo de injusticias. Lo más
importante, había una gran solidaridad y eso ayudaba a no bajar la guardia ante
los poderes gubernamentales. Él sabía que la única forma de luchar contra
cualquier sistema político o religioso que quisiera aplastar al individuo era una
tenaz resistencia. Pero ahora en el crepúsculo de su existencia, podía
contemplar cómo los gobiernos del mundo utilizaban un tenebroso y extraño virus
llamado covid19 para una vez mas tener a las masas controladas y atemorizadas. Eso
era fácil de realizar debido a que las masas eran presa de una apática y nihilista
resignación. Se preguntaba cómo los
gobiernos del mundo seguían todos un mismo guion a todos los niveles. Un caso digno de mencionar era pedirles a los
ciudadanos que llevasen obligatoriamente mascarillas.
Como autómatas desprovistos de almas y criterios propios,
las masas seguían sin ninguna duda las enigmáticas propuestas de los gobiernos
del mundo, lo más inquietante fue imponer casi por decreto que los ciudadanos
se vacunasen contra el covid19. Eso sí,
los grandes compañías farmacéuticas serian las más beneficiadas con estas inhumanas
normas impuestas a una ciudadanía sin ganas de luchar. El problema de esa maligna vacuna era que su
finalidad era borrar nuestra identidad como seres humanos creados por DIOS. Cada vez sentía que los ciudadanos nunca
despertarían de su actual letargo, pero
tímidamente comenzaron a despertar y mostrar su rabia y rechazo a las
medidas perversas de los gobiernos del mundo. Grandes manifestaciones de personas comenzaron
a recorrer las calles y avenidas de las grandes ciudades. Eso le dio un gran alivio y confianza de que
todo no estaba perdido. Por supuesto él
no serviría de cobaya de india para los experimentos blasfemos de los lobby
farmacéuticos financiados por el nuevo Anticristo llamado BILL GATES.
Pero las protestas apenas si influyen en los que detentan el Poder. Y hay veces que hasta se ríen de los que muestran su descontento. Saludos
ResponderEliminarLos gobiernos no hacen caso de los ciudadanos,es lógico que un día,la violencia se apodere de las calles, saludos,
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