El escepticismo se apodera de uno, cuando se entera de
que un fanático islamista, ha asesinado a tres personas y heridos a varias más,
en un mercadillo navideño en la ciudad de Estrasburgo. Como tantas otras veces
el guion de la película es el mismo, yo diría que aburridísimo. Tenemos por una
parte, al clásico islamista radicalizado con innumerables antecedentes por
robos y agresiones. Este angelito estaba
controlado por la Inteligencia francesa, y posiblemente sabrían hasta la hora
en que hacia sus necesidades fisiológicas, digo yo. Es aquí cuando saltó mi escepticismo, pues el
gobierno del títere llamado Macron, estaba a punto de derrumbarse como
consecuencia del masivo movimiento llamado los Chalecos Amarillos. Éste
movimiento nace de forma espontanea, para protestar contra la subida de los carburantes.
En este movimiento se dan las manos, anarquistas, extrema derecha, extrema izquierda,
y ciudadanos que están hasta los cojones de la actual política de este
mequetrefe llamado Macron.
Las masivas manifestaciones de golpe han parado, púes el
oportuno acto terrorista ha desactivado a los miles de franceses, que
protestaban contra el gobierno. Como parte del siniestro guion, el terrorista
fue abatido después de varios días en fuga. Lo dicho, yo no creo en las casualidades, mi
escepticismo no me lo recomienda.
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