Cada
día que pasa el culebrón griego tiene menos sentido. Una vez pasada la fiesta
por la victoria del NO en el Referendum, ahora viene la triste realidad de
conocer que no sirve para nada. Ésta es la verdad de ejercer la libertad de
votar democráticamente en Grecia. Toda la parafernalia del referéndum se
demuestra ahora que no ha servido para una puta mierda. Debido a que una vez más
el pueblo que fue casi obligado a votar NO, ha sido traicionado por el señor
Tsipras. Es tan difícil de interpretar
la bajada de pantalones del primer ministro griego, que da la impresión que está
más al servicio de la plutocracia mundial, que de los votantes de su partido.
Hablando claro Tsipra ha mostrado un desdén insólito con los que confiaban en el.
La traición de Tsipra nos demuestra que los políticos, sean de derecha o izquierda,
al final siempre estafan a sus votantes y se arriman a los que de verdad
controlan el poder, que son los Bancos, el Ejercito y la Iglesia. Ahora veremos
como reaccionan las masas en las calles de Grecia. Desde luego con el gobierno
de la derecha, cada día había huelgas y manifestaciones violentas. Me pregunto
si dejaran su dogmatismo de izquierda, y saldrán a demostrar su indignación por
la traición de Alexis Tsipra, yo dudo que lo hagan.
Tripsas ha demostrado ser un revisionista más.
ResponderEliminarPor cierto, la única libertad que Lenin rechazaba era la libertad económica. Los seres humanos deben ser económicamente iguales.
Un saludo.
Desde luego sin libertad economica,estaremos siempre a merced del mas fuerte.Sobre Tsipras,su manera de llevar este asunto de la deuda,ha sido un fiasco total,saludos,
EliminarEl populismo peca de demagogia, Agustín. Tsipra es un alelado que creía entender cómo funciona el tinglado de la nomenklatura mundial, y bien se ha visto que no tiene ni idea. Su órdago con el referéndum y el corralito le ha salido rana. No creo que la población estuviera al tanto de qué sucedería con la salida griega del euro (al igual que no lo está el pueblo español, entretenido en palabrerías y circo televisado) por lo que, cuando le ha visto las orejas al lobo, ha claudicado temiendo la revuelta entre su electorado. Un charlatán que le ha hecho un daño inmenso a Grecia, al igual que todos los políticos anteriores... aunque, ¿no tienen los pueblos los gobiernos que merecen?
ResponderEliminar¿Libertad? Libertad, ¿para qué?, amigo Agustín. ¿Sabría el lumpen qué hacer con ella? ¿No le aterrará la idea de la "libertad" según explicaría Dostoyevsky con el relato del "gran inquisidor"? No, amigo... nada de libertad real, sino ficticia, una libertad tutelada por el Estado, donde este diga qué es bueno y qué una rémora del pasado.
Libertad, sí, pero para ir todos en linea recta.
Esa es la libertad comunista que pregona Lenin.
Un abrazo.
Lenin si sabia como se tenia que aplicar la palabra libertad,si no que se lo pregunten a casi los cien millones de muertes,ocasionada por el Comunismo en toda su historia.Sobre Tsipras ,pues lo que todo el mundo pensaba,el tipico arribista de salon.Veremos como se conportan las masas en las calles de Atena,un abrazo,
ResponderEliminarLo de Tsipras estaba cantado. Es como si aquí en España se hiciera con las riendas del poder Pablo Iglesias. El desastre estaría servido. El dinero será muy malo, pero es completamente necesario para llevar una vida sin privaciones. Y el populismo lo ahuyenta. Y sin dinero, la miseria se adueña de la situación.
ResponderEliminarDesde luego Tsipras es un cadaver politico,Ahora toca apretarse una vez mas el cinturon.Los griegos han sido las victimas,tanto de La Troika como de su mediocre primer ministro,saludos,
ResponderEliminar