domingo, 9 de marzo de 2014

ETERNO, LEOPOLDO MARIA PANERO



No siendo yo un apasionado de la poesía en general, tengo sin embargo que dedicar este humilde post en homenaje a uno de los más grandes poetas que ha dado España.  Este ha sido el recientemente fallecido Leopoldo María Panero.  Leyendo yo a Panero, no puedo dejar de pensar en ese otro increíble poeta que fue Holderlin.  Es tanta la afinidad entre estos dos seres que hasta en la tragedia fueron dos almas gemelas.  Púes ambos poetas fueron bendecido por la gracia de los Dioses, a través de su portentosa prosa.  Estos dos seres fueron víctimas de la locura, pero fue en ese estado donde sus maravillosos poemas le llevaron a la cumbre de la poesía.  En el caso de Holderlin y Panero, sin ser uno un blafemo, se podría afirmar que hoy están sentados en el Olimpo al lado de Zeus y Júpiter.  Tanto Panero como Holderlin fueron consecuente con su puro idealismo, ambos no aceptaban ninguna componenda.  Eran claro y contundente ante la mediocridad y el servilismo, eran cristalinos como el agua pura que emanaban de sus esplendidos cerebros.  Les dejo con un poema de Panero.

EL LOCO
He vivido entre los arrabales, pareciendo
un mono, he vivido en la alcantarilla
transportando las heces,
he vivido dos años en el Pueblo de las Moscas
y aprendido a nutrirme de lo que suelto.
Fui una culebra deslizándose
por la ruina del hombre, gritando
aforismos en pie sobre los muertos,
atravesando mares de carne desconocida
con mis logaritmos.
Y sólo pude pensar que de niño me secuestraron para una alucinante batalla
y que  mis padres me sedujeron para
ejecutar el sacrilegio, entre ancianos y muertos.
He enseñado a moverse a las larvas
sobre los cuerpos, y a las mujeres a oír
cómo cantan los árboles al crepúsculo, y lloran.
Y los hombres manchaban mi cara con cieno, al hablar,
y decían con los ojos «fuera de la vida», o bien «no hay nada que pueda
ser menos todavía que tu alma», o bien «cómo te llamas»
y «qué oscuro es tu nombre».
He vivido los blancos de la vida,
sus equivocaciones, sus olvidos, su
torpeza incesante y recuerdo su
misterio brutal, y el tentáculo
suyo acariciarme el vientre y las nalgas y los pies
frenéticos de huida.
He vivido su tentación, y he vivido el pecado
del que nadie cabe nunca nos absuelva.


Leopoldo María Panero

4 comentarios:

  1. Sufrió lo indecible. Hoy recorre su alma con la libertad que siempre quiso y que antes se negara. Descanse en paz.

    Un abrazo.

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  2. Sufrimiento nunca le falto a este gran hombre,esperemos que en su otra vida la paz sea mas justa con el,un abrazo,

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  3. Bendita la locura que le llevo a describir tan poéticamente todas sus vivencias

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  4. A veces solo en la locura se puede vislumbrar algo de la realidad,y Panero lo vio con locura incluida,un saludo,

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