Erase
una vez un país llamado España, en donde había un gobierno honrado y noble que
cuidaba del porvenir de sus ciudadanos. Éste
modélico gobierno tenia unos enormes y gigantescos depósitos de carbón, que
sobrepasaban mas de medio millón de toneladas. Ése casi sagrado carbón eran las reservas estratégicas
de la nación, para ser utilizado en caso de escasez de dicha materia. Decían las informaciones que el valor de
aquellas reservas tenían un valor de 47 millones de Euros. Púes bien, en un día muy aciago para aquella nación,
esas astronómicas cifras de mas de medio millón de tonelada de carbón
desaparecieron como por arte de magia. Nadie
sabia dar unas explicaciones algo coherentes sobre aquel rocambolesco suceso. El gobierno decía que los responsables eran
una agencia que se encargaba de su custodia. Pero estos alegaban con todo desparpajo, y sin
que se le notara mucho la risa, que la culpa era de la lluvia malvada que había
diluido aquellas gigantescas montañas de carbón.
Lo
mas divertido de aquel sainete era que la corrupción ya no era noticia, debido
a que por aquellos días se celebraba el soporífero
debate sobre el Estado de La Nación, en donde los políticos que vivían a cuerpo
de rey, debatían sobre el sexo de los ángeles, a costa de aquel pueblo
resignado que les reían las gracias de sus juergas y latrocinios. También en aquellos divertidos días la casi
totalidad de la población estaba mas pendiente del partido de La Champions
League entre el Milán y el Barcelona, que de la descomunal desaparición de las
reservas del dichoso carbón. Se dio el
caso de que mentes malvadas insinuaban que en la desaparición del carbón podrían
estar implicados hasta los mismísimos Reyes Magos de Oriente, debido a que eran
millones de ciudadanos los que tenían que recibir su merecida ración de carbón,
como justo castigo por haber sido tan lerdos y sumisos de aguantar a la casta
políticas que junto al Rey gobernaban aquel paciente y dócil país. Fue de esa manera como la misteriosa
desaparición del carbón, pudo tener una explicación razonable. Colorín colorado el cuento del carbón se ha
acabado, ja, ja, ja.
Jajaja y ahora resucita Caperucita Roja y nos cuenta otro cuento. La verdad es que tenemos lo que nos merecemos.
ResponderEliminarUn saludo y me voy a dormir, que este fin de semana, el gobierno nos da descanso a todos, ya veremos el Lunes en que queda esto, supongo que mas de lo mismo....
Este post lo hice al leer tu post sobre el mismo tema del carbon.Solo que le he metido algo de Mala leche.La verdad esto petara algun dia,y ese dia que Dios nos coja confesado,un saludo,
EliminarLo de las drogas decomisadas en los recintos de la poli es todavía mejor...saludos
ResponderEliminarLo de la droga aun fue peor,de seguro que se la vendieron a los Carteles mexicanos jejeje.Pero lo del carbon es antologico,un saludo,
EliminarSe lo llevaron los politicos para las estufitas pues con su sueldo y lo que trincan no les llega pa el butano.
ResponderEliminarNo habia yo caido en ese detalle del butano,te debo una Mamuma,un saludo,
EliminarSi había alguna forma de hacer el ridículo allende nuestras fronteras de manera adicional, ha quedado claro cual és. Y luego nos quejaremos de que nos sigan tomando por el pito del sereno.
ResponderEliminarUn saludazo.
El ridiculo es el deporte nacional de nuestra nacion y sus representantes.Esto del carbon lo han casi silenciado,pues la cosa manda huevo,un saludo,
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