Uno
de los mas celebres filósofos de la llamada ilustración francesa, fue el
desconcertante y demagógico Juan Jacobo Rousseau. Fue este ególatra filósofo en
su vida privada, lo más parecido a un pervertido sexual. Predicaba una cosa,
pero hacia lo contrario. Sobre los ricos decía, “Los ricos son lobos
hambrientos que, una vez que han probado carne humana, rechazan cualquier otro alimento.”
Sus contradicciones eran una norma en sus enseñanzas. Un ejemplo al decir esto,
“Los frutos de la tierra nos pertenecen a todos, la tierra misma a ninguno.”
Sobre las aristócratas, decía, “Me necesitáis porque soy rico, y vosotros sois pobres.
Hagamos un pacto, os permitiros que tengáis el honor de servirme condición de
que me deis todo lo que os quede en compensación por el trabajo que me tomare
en mandaros.” El libro más polémico de
Rousseau fue el Contrato Social. Bajo el
contrato social, el individuo estaba obligado a dejar su vida y pensamiento en
mano del Estado.
Lo
maligno del contrato social, era que el Estado podía controlar todo el aspecto
de la vida económica y social. Fue tan
nefasta la ideología de este demagogo, que sirvieron mas tarde para que se
formasen las bases del totalitarismo, tanto comunista como nazista. El colmo de la adoración por la filosofía de
este charlatán de feria, llegó cuando el gran filosofo alemán, Friedrich
Schiller dijo lo siguiente, “Rousseau es un alma que evocaba a Cristo.” Conclusión, nadie en este mundo tiene la
potestad de decirnos como tenemos que pensar. Púes la libertad individual es un
tesoro que tenemos que preservar, de las demagógicas influencias de cualquier
charlatan, digo yo.
Por desgracia me da la impresión de que en eso estamos todavía.
ResponderEliminarLo que abundan hoy son los vendedores de humos.Ya veremos el 20 de Diciembre quien se lleva el gato al agua,saludos,
Eliminar¡Agustín!
ResponderEliminarDe Jean-Jacques Rouseau, he conocido su parte amable. He leído “El contrato Social” cuando era estudiante, naturalmente los profesores incentivan en los alumnos en aquellos temas o filosofías que más convengan al régimen que esté en ese momento gobernando.
Nadie tiene derecho a decirnos cómo pensar, pero me temo que sí lo hacen constantemente.
Utilicé una frase de Rouseau en mi escrito acerca de la desigualdad; creo que debo re-leerlo en esta etapa de mi vida.
Cordiales saludos, un abrazo
Yo tambien comulgaba con las ideas de Rousseau en mi aguitada juventud.Con el paso del tiempo se da una cuenta,que uno es el unico que puede decidir que camino etico seguir,un abrazo,
EliminarRouseau es ya agua pasada. Lo malo es que hoy tenemos también muchos demagogos en la vida política y que, si te descuidas, te aplican principios muy similares, conculcando la sagrada libertad de cada ciudadano. Saludos
ResponderEliminarLo que sobran hoy son demagogos,y no solo en nuestra patria.Un caso tipico de demagogo politico es el presidente Obama,saludos,
EliminarEl "contrato social" de Rosusseau está más vigente que nunca. Es el Estado quien debe satisfacer las necesidades de los hombres, gritan por las calles los manifestantes del neo-comunismo posmoderno, Agustín, y eso votan una y otra vez allá donde el conocimiento y la capacidad de análisis de los ciudadanos ha sido reacondicionado mediante las burdas manipulaciones de ese mismo Estado todopoderoso.
ResponderEliminarLa ciudadanía se pliega ante esa concepción.
Algunos incluso adoran la guillotina, amigo.
Un saludo.
El Contrato Social podria ser una realidad,despues de los increibles resultados de las Elecciones generales celebrada aye.Lo de la guillotina ya se vera,jejeje,un abrazo,
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