Cada
ser humano en este mundo tiene su peculiar concepto de lo que es ser feliz. Para algunos la acumulación de bienes
materiales será su perfecto ideal. Otros
buscaran en lo espiritual e intentaran seguir los pasos del profeta o gurú de moda,
los mas ambiciosos fijaran sus planes en llegar a ser el numero uno en los
negocios o en su trabajo, ya sea a través de intrigas y codazos para lograr sus
bastardos deseos. Algunos encontraran en
la sexualidad la ocasión de ser mas frívolo y mundano, todos intentaran de
cualquier manera instalarse en la mundanidad, lo material y en la falsa espiritualidad.
En mi caso yo contemplo la felicidad
bajo otro prisma. Para sentirme de
verdad feliz solo necesito pasear con mi fiel perrito por una playa desierta y oír
cómo las olas golpean la fina arena. Otra
forma es envolverme en la música de Jean Sibelius. Pero en donde mi concepto de lo que es en sí
la felicidad se manifiesta mas en el silencio de una tarde lluviosa de Otoño.
Diría
que la soledad y el silencio son mis básicos y genuinos alimentos espirituales,
con los que trato de saciar mi caminar por la vida. Púes tanto silencio como soledad son, en mi
caso, simples maneras de encontrar algo de paz y felicidad. Las personas que abrazamos el néctar de la quietud,
la soledad y la paz mental, nos tenemos que sentir unos seres afortunados,
debido a que uno no tiene que invertir ningún medio material en conseguir ese
estado de paz interior, una paz que casi te lleva a un estado de completa dicha,
en donde lo mundano ya no te puede corromper. Es entonces cuando comienza la verdadera
felicidad.
Cada cual debe reconducir su vida hacía aquello que le de más dicha independientemente de lo que sea. La mundanidad, tal cómo aseveras quizás sea para algunos el summun de la espiritualidad mientras que para otros la búsqueda de la Verdad en lo Trascendente quizás sea tan obsesivo que sea, a la vez, lo que les aleje de la felicidad.
ResponderEliminarSólo son distintos puntos de vista en una misma búsqueda.
Un saludazo.
Llevas razon son diferentes forma de interpretarlo.Aunque yo por la edad y lo vivido, busco mas los placers de la quietud,un saludazo,
ResponderEliminarLa felicidad, como la infelicidad, no existen de forma permanente. Se es feliz unas veces y desgraciado en otras. Para mí el ideal es tener las necesidades básicas cubiertas y lo más inportante, el futuro de mis hijas encarrilado.
ResponderEliminarSoy feliz tomando el sol y nadando, me gusta jugar con mis animales y cuidar de mi jardín.
Por supuesto lo mas importante es la segurida economica y el bienestar.Pero no tenemos que dejar atras lo espiritual,un saludo,
ResponderEliminarLa búsqueda de la Felicidad se asemeja a la de el Santo Grial, Agustín. Para encontrarla, bajo mi humilde punto de vista, es importante ahondar en el conocimiento y el entendimiento... la reflexión, la meditación, la contemplación... eso nos da la capacidad de entender nuestro entorno, aquello que nos rodea, pudiendo tomar las decisiones más apropiadas a nuestro yo interior.
ResponderEliminarUn enorme debate, Agustín... para cientos de cafés a media tarde... de los que, seguro, todos los tertulianos obtendrían un poco más de felicidad.
Seguro.
Un abrazo.
A veces es tan futil la lucha en este valle de lagrimas,que solo encuentras algo de felicidad en una buena conversacion tomando unas copas con amigos de verdad, y hablando de lo importante que es conocerte a ti mismo,o comulgando con la madre naturaleza,un abrazo,
EliminarTe voy a decir la verdad, mi felicidad esta en el despertar diario, la búsqueda de nuevos conocimientos, la compañía de mi santa esposa (santa, pues aguantarme a mi, es de santos, mis hijos y mis dos nietas, la alegría de todos los días. Lo demás es solo una serie de cosas que llevo en la mochila y las miro cuando me paro un rato.
ResponderEliminarUn saludo, aunque en esas islas la felicidad debe convertirse en sus paisajes y la buena compañía.
Desde luego la familia es unos de los puntales de la felicidad,y afortunado el que puede difrutar de eso,un saludo,
EliminarMuy cierto, la paz y armonía interior son fundamentales para estar a gusto con uno y después con lo que te rodea, aunque creo que la felicidad y la infelicidad absolutas no existen aquí y corresponden ante todo a un "estado del ánimo".
ResponderEliminarSoy afortunada porque las pequeñas cosas me bastan, aunque un día de radiante sol- que no caluroso- y reír con frecuencia están entre las cosas más gratificantes
En las pequeñas cosas se resume el concepto de la felicidad,y un dia se sol se agradece como un verdadero regalo,un saludo,
EliminarLlevo mas de 20 años buscando la plena felicidad y aun no la he encontrado, seguiremos buscando, jeje, saludos.
ResponderEliminarEl que busca encuentra amigo Paco,y tu con tu pasion y amor por el deporte ya eres mas que feliz,un saludo,
EliminarLa felicidad es un pajaro caprichoso y asustadizo, al que le gusta variar de hábitos y de compañías.
ResponderEliminarComo yo también amo el silencio, te comprendo, y poco más hay que decir.
Como decía Shakespeare, "And all the rest is silence"
Un fugisaludo y un abrazo.
Me alegro que te encuentres comodo con el silencio,pues es la mejor formula para dialogar con uno mismo.Que razon llevaba Shakespeare about the silence,un saludo,
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