martes, 13 de diciembre de 2011

BRAZIL – Guarani Kaiowa: The Forgotten and Persecuted

En la opulenta y desarrollista Brasil, da la impresión que no hay sitio para los más desfavorecidos.  La mayoría del vulgo cree que todo allí es lujo y dispendio pero no es así.  El precio a pagar una vez mas cae sobre las espaldas de los más débiles.  En este caso los débiles y sufridores son los componentes de la tribu guaraní kaiowa.  Se llama Sandriele tiene dos años, es indígena y pasa el resto del día acostada en un colchón viejo y maloliente entre Dourados y Pora al sur de Mato Grosso.  Allí su familia lleva ocho años malviviendo, eso sí, mantenida de una manera precaria, con la generosidad del gobierno a través de la canasta básica.  La líder religiosa del grupo, la india Damiana, reivindica el bosque que se sitúa exactamente al otro lado de la autopista, a pocos pasos del miserable campamento donde intentan vivir con otros cientos de indígenas.  Ella, sus hijos, nietos y añadidos pasan los 365 días del año totalmente desocupados, apenas miran hacia el lugar que ellos consideran sagrado.  Y escuchan el ruido ensordecedor e irritante de los coches y camiones.  
Púes bien las vidas de estas pobres gentes, víctimas de la codicia, se resume en amenazas, tiros, peleas y asesinatos y van languideciendo ante la indiferencia general de las autoridades.  La tribu guaraní kaiowa viven en cerca de 20 municipios.  Se trata de la tribu con mayor población indígena del país, sobre unas 45,000 personas y en un terreno de no más de 50,000 hectáreas.  Mato Grosso tiene en la actualidad la segunda población indígena más numerosa del Brasil, y también el triste y vergonzoso honor del porcentaje más alto en asesinatos de indios.  Con decir que supera la suma de todos los demás estados junto.  En los últimos 8 años fueron asesinados 250 indigenas, frente a 202 en el resto del Brasil.  La mayoría de estas victimas indefensas pertenecían a la tribu guaraní kaiowa.  Debido a su terrible y desgradada situacion, esta tribu tiene el índice de suicidios más alto del país.
Lo más doloroso sin embargo es que se están dando caso de suicidio entre los niños de dicha tribu, algo más que rarísimo en cualquier parte del mundo.  El hambre aun persigue a esta tribu, ya en 2005 hubo un brote fortísimo de desnutrición.  La esperanza de vida de un guaraní kaiowa es de 45 años, frente a los 73 del resto de los brasileños en general.  La marginalidad de esta tribu llega a ser de lo más injusta.  Hasta los indios de la tribu Caduveos viven mejor que ellos, pues ellos viven en una reserva de más 600,000 hectáreas, en comparación con los guaraní kaiowa.  El más indignante es que el gobierno Brasileño no da marcha atrás en su política de hostigamiento contra las tribus indígenas.  Su desprecio hacia ellos se manifiesta en la nueva ley que amnistía los delitos de desforestación cometido hasta el 2008.  Como siempre las victima son la naturaleza y sus habitantes mas nobles, los guaraní kaiowa.
In opulent and developed Brazil, it gives the impression that is there is no place for the most underprivileged.  Most people think that everything there is luxury and excesses but this is not true.  The price to pay once again falls upon the weakest.  In this case the weakest and the victims are the components of the Guarani Kiowa tribe.  Her name is Sandriele, two years old, she is indigenous and she spends most of the day lying down on an old smelly mattress, between Dourados and Pora to the south of Mato Grosso.  Her family has spent the last eight years living in subhuman conditions, and yes, maintained in the most precarious way, via the generosity of the government with the most basic elements.  The religious leader of the group, the Indian Damiana, vindicates the forest that is located exactly to the other side of the freeway, just a few steps from the miserable campsite where they try to live with hundreds of other natives.  She and her children, grandchildren and relatives spend the 365 days of the year totally stranded, as they hardly look towards the place that they consider as their holy ground.  And they listen to the deafening and irritating noises of the cars and trucks.  
The lives of these poor people, victims of the greed, can be summarized in threats, gunshots, fights and murders and they are still languishing in this existence before the general indifference of the authorities.  The Guarani Kiowa tribe lives in near 20 municipalities.  They are one of the tribes with the largest indigenous population of the country, 45,000 people on a piece of land of not more than 50,000 hectares.  Mato Grosso has at the present time the second highest indigenous population of Brazil, and also bears the saddest and most shameful honor of the highest percentage of murders among Indians.  Just to give an idea, the total statistics surpasses the total of all the other states.  In the last 8 years there were 250 natives assassinated, as compared to 202 in the rest of Brazil.  Most of these defenseless victims belonged to the Guarani Kiowa tribe.  Due to their terrible and inhumane living conditions, this tribe has the highest number of suicides of the country.
The most painful part is that the cases of suicides are occurring among the children of this tribe, which is something more than rare as compared to anywhere in the world.  Hunger is also one of the biggest afflictions that persecute this tribe; in 2005 there was an outbreak of undernourishment.  The life expectancy of a Guarani Kiowa is only 45 years, as compared to 73 years old for the rest of the Brazilians in general.  The discrimination against this tribe reaches levels that are extremely unjust.  Even the Indians of the Caduveos tribe live better than them, as they occupy a reserve of 600,000 hectares, as compared with the Guarani Kiowa.  It is an outrage that the Brazilian government has no intention in reversing its policies of harassment against the indigenous tribes.  Its scorn towards them is pronounced in the new law that grants amnesty to the crimes of deforestation carried out until the year 2008.  As always the victim is noble Mother Nature and its inhabitants, in this case the Guaraní Kiowa.

8 comentarios:

  1. No cabe duda de que Brasil es uno de esos países emergentes que económicamente está levantando la cabeza. Pero como en todas partes, en Brasil también cuecen habas: hay muchas personas, como esa tribu que tu cuentas, que viven en la más absoluta miseria. Como dicen en mi pueblo, el que tiene padrino se bautiza, y el que no, queda moro.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Es muy propio de finqueros, que normalmente además dictan la política de esos países, machacar al indio y ya lo exterminaron en Argentina, Chile y otros países sudamericanos. No los conquistadores españoles o portugueses sino los finqueros actuales y del XIX.

    Brasil era una colonía pero tras la invasión de Napoleón a Portugal los reyes se trasladaron allí (Juan VI) y su hijo Pedro I se proclamó emperador de Brasil e independiente de Portugal. En aquel entonces los actuales Uruguay, Ecuador y parte de Argentina pertenecían a ese Imperio.

    Con la explotación de la madera hicieron lo posible por quitarles las tierras y eliminar a los habitantes de las selvas.

    Buen post.

    ResponderEliminar
  3. Lo triste Agustín, es que esto mismo se repite en todo el puñetero planeta Tierra.

    ResponderEliminar
  4. Explotadores y explotados, desde que el mundo es mundo, lo triste es que hoy, que nos decimos racionalistas, seguimos en las mismas.

    ResponderEliminar
  5. Joder con el gobierno del libertador Lula menos mal que son socialistas y liberadores de los pueblos indígenas que si no.
    Saluditos.

    ResponderEliminar
  6. Siempre hacen castigar a los mas debiles, sobre todo porque a nadie la interesa su cultura y sus creencias, las polìticas expansionistas no dependen del color polìtico sino del capital que compra y especula con todos los pilares del estado.Es increible como investigas y como escribes, me maravillo de tu redacciòn.

    un fuerte abrazo

    fus

    ResponderEliminar
  7. Viven en el paraíso, Agustín, y, tal vez por eso, hay gente malvada que quiere expulsarlos de él.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  8. En pleno siglo XXI y ante la pasividad de los organismos internacionales, hoy repletos de "conseguidores".

    Y no nos olvidemos de que esa zona es un pulmón de la Humanidad, si ni por esas se actua es que estamos locos y somos unos miserables.

    Un saludo Agustín.

    ResponderEliminar