¿Qué es la Melancolía en sí y qué conlleva? Hay tantas formas de definirla, en especial en estas fiestas tan entrañables para algunos, o en su caso de tristeza para otros. En mi particular reflexión, la melancolía para mí es algo que no está reservado para la mayoría de personas en general. Púes se requiere de una especial sensibilidad a nivel espiritual para poder captar esta extraña y a veces agradable sensación que conocemos por melancolía. En sí la melancolía será siempre el natural refugio de las almas solitarias. Y eso puede ocurrir paseando por una playa solitaria en un frio día de Otoño, cuando las olas y tú estáis en una perfecta comunion, lejos de la multitud ciega y ruidosa. ¿Por qué no, contemplando el ocaso del sol? Son tantos los momentos en que podemos ser devorados por la melancolía. Claro que eso requiere nuestra total entrega. En lo que concierne a la Navidad es cuando mas deseo con todo ahincó sumergirme en la melancolía. Es entonces cuando acuden a mi memoria esos instantes cuando estas fiestas tenían la trascendencia que desgraciadamente hoy se han perdido.
Ante el televisor y su despiadado e impúdico bombardeo de publicidad navideña, es en ese momento cuando la melancolía viene y te salva de estas infausta y paganas navidades. Puede que la palabra mas acertada fuera nostalgia con unas gotas de melancolía, al recordar tu niñez y la emotividad de una reunión familiar, cuando ningún sentimiento espurio se había manifestado entre ellos, o en su caso cuando un Villancico suena con una noble alegría y tú te unes como un rapaz a la fiesta tocando la Zambomba. O cuando los años han pasado y las canas cubren tu sien, y escucha con congoja y una imparable melancolía el villancico de Los Campanilleros de La Niña de La Puebla. Y tú no puedes evitar de ninguna manera que las lágrimas broten de tus mejillas. Eso, señores, es la melancolía. Como dijo Soren Kierkegaard, “El significado mas profundo de la melancolía es de carácter espiritual. Y el lugar donde se vuelve claro el punto critico de nuestra situación humana.” Víctor Hugo dijo, “La Melancolía es la dicha de estar triste.” Aún así les deseos a todos ustedes una feliz navidad.
What is the Melancholy in itself and what does it entail? There are so many ways to define it, especially during these enjoyable festivals for some, or in other cases, sadness. In my own reflection, melancholy for me is something that is not reserved for the majority of people in general. A special sensitivity at spiritual level is required to be able to feel this sometimes strange and pleasant sensation that we know as melancholy. In itself melancholy will be always the natural refuge of the solitary souls. And that can happen when taking a walk by a solitary beach on a cold day in Autumn, when the waves and you are in perfect communion, far from the multitude and the noise. And why not, when contemplating the setting of the sun? There are so many moments in which we can be devoured by melancholy. Clearly this requires our full submission. When Christmas draws near, it is when I have the urge to submerge myself in melancholy. It is then when those moments in my memory come visiting, moments when these celebrations had the importance that unfortunately today is lost.
Staring at the television set and its ruthless and incessant bombardment of Christmas consumerism, this is the moment when melancholy comes and saves you from this superficial and vulgar Christmas cheer. It could be that the most adequate word is nostalgia with drops of melancholy, when you recall your childhood and the emotive family gatherings, when there were no spurious sentiments within the family, or also in the case when you hear a Christmas Carol, filled with noble joy and you fall prey to the festivities, playing the Zambomba. When the years have passed you by and the grey hair is covering your temple, and it listens with grief to the unending melancholic caroling. And you cannot avoid in any way that tears appear on your cheeks. That, my friends, is melancholy. As Soren Kierkegaard said, “The deep meaning of melancholy is of spiritual character. And it is the place where the critical point of our human becomes clear.” Victor Hugo said, “Melancholy is the happiness to be sad.” In spite of the above, I would like to wish all of you a very Merry Christmas.
Muy Feliz Navidad para ti también, seguro que en la antípoda tienes buenos amigos, animo.
ResponderEliminarSaluditos.
Animo Don Agustín. Es pasajero y propio de concretas fechas.
ResponderEliminarAntiguamente la definian como "Bilis negra o atrabilis".
Hoy la RAE dice que es :"Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada".
Lo tuyo es más algo que los portugueses llaman SAUDADE o nostalgia del terruño.
Creo que nos sucede, si nos paramos en solitario a meditarlo, a todos los adultos cuando llegan fechas que recuerdan días felices de la niñez.
Son cosas estas propias del solsticio, que también sí estuviéramos todo el año alegres como castañuelas resultáramos monótonos y aburridos. Disfruta de esa morriña y de esa saudade.
ResponderEliminarHombre, no deja de ser una dicha poder recordar con melancolía esos tiempos infantiles con villancicos, seguridad y olor a leña...
ResponderEliminar;)
Felices navidades, Agustin.
ResponderEliminarLa melancolía viene dada por los recuerdos de aquellos años que marcaron nuestra memoria y que desgraciadmente ya no volverán, y por la añoranza de los seres queridos que ya no están con nosotros.
ResponderEliminarLa Navidad tiene un sabor agridulce.
Besos y Feliz Navidad a todos.
"O cuando los años han pasado y las canas cubren tu sien, y escucha con congoja y una imparable melancolía el villancico de Los Campanilleros de La Niña de La Puebla. Y tú no puedes evitar de ninguna manera que las lágrimas broten de tus mejillas. Eso, señores, es la melancolía."
ResponderEliminarEs la mejor definición que he podido leer sobre la melancolía. A mí me ha ocurrido. Mas debo añadir que en mi caso (voy a cumplir los 70) mi melancolía se centra en un pasado no tan lejano, cuando mi salud era a prueba de hierro, cuando la felicidad y las ganas de vivir ocupaban mi vida.
Hace tiempo que todo eso paso. Ahora mi melancolía se reactiva cuando recuerdo aquellos tiempos, cuando sé positivamente que mis días están contados y que jamás volveré a sumergirme en la mar con mis equipos de buceo.
Solamente me asiste el consuelo de saber que mis cenizas se refugiarán en el Mediterráneo como pudieran hacerlo en el regazo de una madre.
Y eso no me produce ni una sola lágrima.
Sólo una melancólica sonrisa.
Un abrazo, mi lejano amigo. Feliz Navidad.
El refugio en la melancolía nos recuerda que todavía estamos vivos, que todavía tenemos sentimientos, que todavía nos queda algo de bondad y humanidad en el cuerpo.
ResponderEliminarAunque estés lejos de España, aunque la mar te separe, estás en el corazón de mucha gente.
Un fortísimo abrazo y FELIZ NAVIDAD.