Estamos
mas que acostumbrado a ver a los grandes héroes de la Revolución Mexicana, bajo
el perfil de un feroz y aguerrido Pancho Villa, o la de un mítico con ideales
anarquistas como lo era Emiliano Zapata. Pero la magna revolución ocurrida en Mexico tuvo
para mi opinión su mejor exponente, en la figura mística y cristiana del gran Apóstol
de la revolucion, que fue el bondadoso y utópico Francisco Madero. Fue en Madero en donde se concentró todo lo
que de social y libertario quería expresar la revolución mexicana. Él supo imprimir una carga entre espiritual y utópica
al mismo tiempo, a la revolución incipiente que empezaba a nacer. Ésta manera de actuar de Madero desconcertó
tanto a amigos como enemigos, que solo esperaban sangre y dolor. Se podría decir que la bandera que enarbolaba
Madero era la bandera de la concordia. Ya
siendo un rico hacendado, demostró el joven Madero su espíritu de solidaridad,
al fundar albergues para campesinos sin ningún recurso, en donde les daba de
comer y vestimenta.
Madero solía vivir
con la frugalidad de un monje franciscano. Durante
su temprana juventud estudio con los Jesuitas, esto le aportó el sentido de la disciplina
y la moralidad. Se ha dicho que su ética
estuvo fuertemente influenciada, por el espiritista francés Alían Kardec. Para Madero Los Evangelios Cristianos y el
espiritismo tenían un fuerte vinculo. Madero
había dedicado toda su vida a combatir cualquier forma de poder absoluto o personal.
Él solo deseaba promover la verdadera democracia,
el gobierno del pueblo y para el pueblo. Pero al ser elegido Presidente de Mexico, tuvo
que ejercer el poder de verdad. Sólo que
debido a sus utópicas y místicas ideas, no quiso gobernar con mano de hierro el
país durante su corto mandato. Su error
mas nefasto fue licenciar a las fuerzas revolucionarias y delegar el poder en
manos traidoras. Finalmente su alevoso
asesinato ocurrido el 22 de Febrero del 1913, acabó con su irrealizable utopia. Hoy a los 100 años de aquel vil crimen, nadie
ha sabido o querido enarbolar los verdaderos principios de aquella Revolucion. A día de hoy por desgracia aun perdura en México
los mismo problemas de hace un siglo. Eso
sí, la única sangre que brota en las calles, es la de la guerra cruel de los
carteles de las drogas.
La pena, es casi nada ha cambiado.
ResponderEliminarHa cambiado pero para peor,un saludo
EliminarLoa países son así de crueles. Se deshacen del que le está llevando por el buen camino, el camino del progreso y la paz y ensalza a los charlatanes, a los revoltosos y guerreros. México sería hoy muy distinto y la envidia de otros países si hubiera escuchado a Madero.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Lo de Madero es una de las tragedias mas significativa de Mexico,siempre ocurre asi en las grandes revoluciones,un saludo,
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