MODERN TIMES - A Greyhound’s Memories

Me llaman Paquito y soy un noble y dulce galgo.  My rol en esta vida es servir de guía a fanáticos cazadores que gastan su tiempo y dinero matando a pacíficos animales en los bosque de España.  Se llega a decir de nosotros los galgo, que somos muy resistentes, y buenos vigilantes de casas y granjas, aunque donde mas partido se nos saca es en las clásicas carreras de galgos, púes debido a nuestra gran velocidad somos muy codiciados en este negocio.  Eso sí, a los humanos poco le importa nuestra situación, lo más importante para ellos son los pingues beneficios que obtienen de nosotros.  A mí y mi amiga Candy, una linda galga, nos rescataron hace unos mese de morir de inanición, pues fuimos arrojados a una fosa que tenia tres metros de profundidad.  Es por esta razón que nos sentimos afortunados  de ser salvados y adoptados.  Son cientos de nuestros compañeros que no han tenido esta suerte.  Un atroz ejemplo fue el enterarme del hallazgo de 100 cadáveres de los nuestros en un vertedero de un pueblo de Toledo llamado Villatoba.  Hay un caso muy especial que me ha hecho replantearme mi cariño por los seres humanos.

Esto fue al enterarme de que decenas de galgos fueron encontrado ahorcados.  Les contaré qué hacen estas personas con nosotros.  Resulta que en pleno siglo XXI, perdura una barbará tradición.  Se trata que una vez terminada la estación de la caza, nuestros amos hacen una rigurosa selección entre nosotros los galgos.  Ellos determinaran quien seguirán con ellos, y cuales serán desechados.  Entonces los perros que hemos sido buenos cazadores, pero que por desgracia nos hemos roto una pata, o si somos algo viejos para el negocio, nos darán una muerte rápida que consiste en ser ahorcados.  Eso sí, los galgos que en cambio fueron mediocres recibirán como castigo una muerte lenta y agónica.  Son colgados también, pero con las patas traseras apoyadas en el suelo.  De esta forma tan cruel pasan varias horas.  De esta manera mis amigos galgos no pueden aguantar el insufrible agotamiento, y no pueden seguir aguantando su peso y la cuerda cede.  Esta manera de ahorcarnos se hacia en los olivares, ahora se realiza en los patios traseros de donde viven nuestros asesinos.  Nosotros los galgos, censado en nuestra civilizada patria, somos casi 500,000, y cada año los que son abandonados o asesinados llegan a 50,000.  Claro que no solo en España donde se nos maltrata.  En la civilizada Inglaterra, en el 2006, un humano llamado David Smith asesinó a 10,000 de nuestros amigos, por encargo de los que llevan el negocio de las carreras de galgos.  Le daban 25 euro por cada uno de los nuestros que asesinaba.  El motivo era que ya no eran factibles para el negocio.  Las carreras de galgos mueven casi 3,000 millones de Euros al año, el gran negocios de las casas de apuestas.  Cómo verán nuestras vidas no son muy agradables que digamos.

They call me Paquito and I am a noble and sweet greyhound.  My role in this life is to serve as a guide to fanatical hunters who spend their time and money killing peaceful animals in the forests of Spain.  We are known to be very resistant, and great watchdogs of homes and farms, although it is in the arena of greyhound racing in which were are most famous and sought after in the business due to the high speeds that we can reach.  What can be said is that the humans care very little for our welfare; what concerns them most are the huge gains that they can obtain from our efforts.  Me and my friend Candy, a beautiful female greyhound, were rescued a few months ago from extreme starvation, because we were thrown into a three meters deep pit.  We are fortunate to have been saved and adopted.  There are hundreds of our friends who have not been so lucky.  An appalling example of their fate was the discovery of 100 corpses of greyhounds in a garbage dump in a village of Toledo, called Villatoba.  There is also another specific case of cruelty that makes me reassess my affection for human beings.

This has to do with the dozens of greyhounds that were found hanged.  Let me tell you what the humans did to our mates.  This remains one of the most atrocious and barbaric traditions in the 21^st century.   Apparently, once hunting season is over, the masters make a rigorous selection among the greyhounds.  They determine who will remain with them, and who will be disposed of.  The dogs that were good hunters, but unfortunately have suffered a broken leg, or somewhat old for the hunt, will be granted a rapid death  by hanging.  On the other hand, the greyhounds that were mediocre will receive as a punishment, a slow and agonizing death.  They will be hung too, but with hind legs supported on the floor.  This is very cruel as they will spend several hours suffering.  In this way my greyhounds friends who cannot withstand the unbearable fatigue, will cease to hold their weight and the rope gives.  They used to hang the greyhounds in  the olive groves, but now the heinous act is carried our in the very own backyards where the assassins live.  We, the greyhounds, according to a census in our civilized country, total almost 500,000, and each year those who are abandoned or killed total 50,000.  Of course it is not only in Spain where we are being abused.  In the civilised Great Britain, in 2006, a man named David Smith killed 10,000 of our friends, on behalf of those who run the business of greyhound racing.  They gave him 25 Euros for each of the greyhounds murdered.  The reason for disposing of them was that they were no longer feasible for their business.  Greyhound racing generates almost 3,000 million Euros a year, and is big business for the bookmakers.  As you can see, the life of a greyhound is no at all pleasant.