Cuando se habla de los grandes criminales en la historia de nuestro planeta, la imaginación se fija casi siempre en los clásicos tiranos de la antigüedad, Calígula, Heliogábalo, Atila. En los tiempos modernos el guion no cambia mucho y tenemos a los Stalin, Mao, Hitler. Más rebuscando un poco te lleva la gran sorpresa de que hay uno que se lleva el cetro. Se trata del vampírico Rey Leopoldo II de Bélgica, al que en La Conferencia de Berlín de 1884 le dieron el territorio del Congo, como si de una tarta se tratase. Éste repulsivo Rey alimentó y extendió su fortuna con la sangre y el dolor de más de 10 millones de muertos durante casi 30 años, gracias a la salvaje colonización del Congo. Leopoldo II pudo convertir a su insignificante país que era Bélgica en una potencia imperialista y rica al mismo tiempo. Durante el periodo de 1885 a 1908, según el historiador Adam Hochschild, al menos 10 millones de victimas se cobró la sangrienta locura colonial de Bélgica y su abominable Rey. El salvajismo, la crueldad y las matanzas era lo más común.
La crueldad llegó a ser tan atroz que para poder adelantarse a la competencia que explotaban los bosques de América del Sur y el Sureste Asiático, el gobierno de Leopoldo II impuso altas cuotas de producción de caucho en el Congo, obligando a la población indígena a cumplirla a través de terribles y agotadoras jornadas de trabajo. Los trabajadores que se negaban a ser esclavizados veían como más tarde sus mujeres e hijos y a ellos mismos se les cercenaban manos, pies, orejas y otras formas de mutilaciones. Éste cuervo sediento de codicia y sangre llegó a ser el amo absoluto del Congo y su fortuna llegó a ser de más de 90 millones de dólares de aquella epoca. Los desmanes de este sátrapa llegaron a movilizar a la opinión publica internacional a través de manifestaciones y artículos de prensa. La historia de este cerdo inspiró a Joseph Conrad a escribir su gran libro El Corazón de las Tinieblas, pero también Mark Twain y Arthur Conan Doyle escribieron artículos sobre las atrocidades de Leopoldo II. El Congo era un enorme campo de concentración y de muerte, en donde los esclavos congoleños le reportaban un enorme beneficio al maldito y despreciable Leopoldo II. Eso sí, en los colegios e institutos belgas apenas se estudia esta pagina vergonzosa de su historia.
When we talk about the worst criminals in the history of our planet, our minds drift towards the classical tyrants of old, Caligula, Elagabalus, Attila. In modern times the script hasn´t changed much and we have Stalin, Mao, Hitler as examples. However if you look a little deeper, it will surprise you that there is one tyrant that takes the scepter of infamy. He is none other than the vampire King Leopold II of Belgium, who at the Berlin Conference of 1884 was given the territory of the Congo, as if it were a cake. This repulsive King made and augmented his fortune through the blood and the pain of more than 10 million victims for almost 30 years, thanks to the wild colonization of the Congo. Leopold II transformed his insignificant country which was Belgium into a rich and imperialist power at the same time. During the period from 1885 to 1908, according to historian Adam Hochschild, there were at least 10 million lives claimed by the bloody colonial madness of Belgium and its abominable King. The savagery, cruelty and homicide was the order of the day.
The extent of the cruelty became so outrageous; just for the sake of beat out the competition of the plantations of South America and Southeast Asia that were being exploited, the Government of Leopold II imposed high quota of rubber production in the Congo, forcing the indigenous population to comply with the terrible and exhausting working hours. The workers who refused to be enslaved suffered the cruel fate of having to witness their wives’ and children’s hands, feet, ears being cut off (this fate later befell themselves too), not to mention other forms of mutilation. This greedy and blood thirsty monster became the absolute master of the Congo and his fortune reached more than 90 million dollars of that time. The excesses of this tyrant provoked the negative public opinions internationally, through demonstrations and press articles. The story of this pig inspired Joseph Conrad to write his great book Heart of Darkness; even Mark Twain and Arthur Conan Doyle wrote articles about the atrocities of Leopold II. The Congo was a huge concentration camp of death, where the slaves attributed to the huge profits for the bloody and despicable Leopold II. The Belgian schools and institutes today have chosen to ignore this shameful page in the country’s history.
Estupendo recordatorio, luego no creas que mejoró la cosa grandemente, que aún llegue a conocer a mercenarios que ejercieron por aquellas tierras a modo de tercios de Flandes y que contaban espeluznantes historias sobre aquellas guerras centro africanas. No ha evolucionado tanto el hombre como creemos.
ResponderEliminarLos retratos de algunos monarcas europeos manchan de sangre, amigo Agustín, las paredes en que están colgados.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
La colonización se hizo muy mal- vaya caso terrible el que traes a colación- y la descolonización aún peor, y sus efectos persisten actualmente en numerosos países africanos (creo que no es precisamente en Bostwana tan de actualidad últimamente)
ResponderEliminarComo siempre el poder del màs fuerte se impone y las atrocidades que cometen quedan impune. La historia està llena de estos casos.
ResponderEliminarun abrazo
fus