EL PAPA FRANCISCO SE EQUIVOCA

Cuando aun no se han apagado los ecos del atentado contra la revista Charlie Hebdo, suenan de manera desconcertante las palabras del Vicario de Cristo en la Tierra, el Papa Francisco.  Es increíble tamaña torpeza en boca de su Santidad, al atacar la libertad de expresión de la revista francesa.  Dice el Papa que la libertad de expresión tiene un límite, y que no se debe ofender a la religión, ni se debe bromear con la fe de los demás.  Sería de desear que su Santidad se sintiese también enérgico, con los musulmanes que decapitan a los cristianos coptos de Egipto.  Por no mencionar los miles de cristianos asesinados en Siria, Indonesia, Libia, Nigeria, Iraq y tantos lugares, y eso por supuesto no es ninguna broma.  Eso sí, la extrema sensibilidad del Sumo Pontífice se quiebra ante unas inicuas caricaturas, que han costado las vidas de 12 ciudadanos de Francia.  No comprendo cómo el Papa amonesta a personas por su libre opinión.  Con su desafortunadas declaraciones, el Papa parece justificar la muerte en la hoguera de Giordano Bruno, púes tal personaje murió en su época por la libertad de expresión al negar el pecado original.

Lo mismo que Giulio Cesare Vanini, quemado en la hoguera el 1619.  Su pecado de expresión, afirmar que el hombre descendía del mono, y que la inmortalidad del hombre era algo plausible.  Por supuesto Galileo fue perseguido por decir que la Tierra se movía.  Luego ya está bien de hacer de bombero ante los crímenes islamistas, digo yo.