Como unas piezas de un gran puzzle, todos los países que un día desafiaron a Israel han ido cayendo unos detrás de otro. Primero fue Libia con Gaddafi, luego Saddam Hussein. Ahora después de 13 años le tocó el turno al presidente de Syria. Por supuesto Irán está como el objetivo más ambicioso. Todos estos sangrientos acontecimientos fueron iniciandos por los países occidentales, Turquía, Israel, Arabia Saudi y la colaboración total de USA y el gran Israel. Como siempre todos los países mencionados tenian tolerancia y un respeto hacia otras tendencias religiosas. Da la impresión que a los miserables gobiernos occidentales les interesa muchísimo que el salafismo salvaje destruya a los gobiernos laicos, digo yo.
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