sábado, 18 de diciembre de 2021

ESE MALDITO APEGO

 


Camina con pasos vacilante por la calle,y aúnque es un pobre  vagabundo, su presencia no pasa desapercibida para otros seres que se cruzan en su camino.  A primera  vista se trata de uno de tantos mendigos que pululan y subsisten en cualquier ciudad.  Mas su presencia me facina, y al mismo  tiempo me repugna.  Esta innoble contradicción me duele en mi sentido de la compasión.  Claro que la repulsión es debido a la atroz pestilencia que emana de su cuerpo y de los harapos que cubren su desdichado ser.  Me pregunto a mi mismo, ¿que es la fuerza que le impulsa a ese APEGO tan inhumano por sobrevivir día a día en su miserable existencia?  Esa reflexión sobre la desdicha ajena me obliga a preguntarme si después de todo,   nosotros de una manera u otra estamos embarcados en el mismo barco de la mundanidad y lo material, lo cual no deja de ser un abandonó, de nuestra espiritualidad.En sí no dejamos de ser,vagabundos en esta tierra luchando por un APEGO estéril y vacuo,digo yo.

2 comentarios:

  1. Tenemos la certeza de que la muerte nos visitará tarde o temprano y, sin embargo, nos aferramos a lo material ¿es una contradicción?, posiblemente, pero así lleva la humanidad desde que el mundo es mundo.

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  2. Desde luego los seres humanos,pensándolo bien somos los que más sentimos,que tenemos una fecha de caducidad y esos nos vuelves,a veces melancólicos y otras veces iracibles,un saludo,y feliz año nuevo,

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