Hoy
a la sociedad se la quiere dividir en dos segmentos, uno serian los que cuidan
su cuerpo de forma compulsiva, y llegan a un estado frenético para mantenerlo
en forma. Y otros serian los que se
alimentan de forma casi destructiva comiendo comida basura. Unos y otros son temas de polemicas. Hoy los programas sobre el cuidado del cuerpo
están en su apogeo. Como resultado de
esto la televisión machaca nuestro arte ego, para que perdamos 10 o más kilos
de peso en un mes. Todo está diseñado
para vendernos el elixir de la eterna juventud. Nadie quiere ser gordo. Eso está mal visto aparte de ser antiestetico. No solo eso, los gobiernos de países
occidentales nos apremian a comer menos y cuidar nuestro colesterol. Claro, sus consejos no son altruistas desde luego,
púes nuestra gordura y antiestéticos cuerpos les resulta un enorme gasto difícil
de llevar en los presupuestos de Salud Publica.
Todos
los frente se amplían para atacar este grave problema de nuestra glotona sociedad.
Todo es un culto al cuerpo y su plasticidad.
Lo espiritual ya no tiene importancia en
este circo sobre la estética corporal. Ahora es tiempo de lo físico y de lo que entra
por los ojos. Todos estamos siendo
manipulados para tener un cuerpo como David Beckham o Naomi Campbell. Hasta en la reality show The Biggest Loser, muestran
a esas personas con más de 150 kilos de pesos mostrando sus miserias humanas, intentando
perder casi una mitad de su bestial peso, como si fueran carne de circo a
merced de las masas televisiva, o como nos inundan el mercado de la publicidad
con artículos como Zumba y otros similares. En fin, solo falta que promuevan el siguiente slogan,
“Es la Estética, Estúpido!”