Es más que normal para algunas personas, que cuando se habla de la obra colonizadora de España en América, Los comentarios se limiten a lo deplorable y terrible de tal evento. Y no solo en los países anglosajones se han dedicado a este deporte del vilipendio. Aquí mismo en nuestra propia nación es donde se da la paradoja de ser más injusto con nuestra gran epopeya. Mas no todo fue codicia y sangre para conseguir las tierras, la plata y el oro, púes hubieron otros españoles que fueron a esas tierras lejanas con la verdad del Evangelio como único deseo. Uno de ellos seria el desconocido para muchos de nosotros, Vasco de Quiroga, nacido en un pueblecito de Ávila en 1470. Él desplegó una labor de promoción humana integral, centrado en los principios cristiano del Evangelio. Supo crear las condiciones para que las personas, en un ambiente propicio, lograran perfeccionar sus capacidades individuales a través del trabajo honesto, creativo y organizado, visto esto como un medio de dignificar sus vidas y no como una explotación.
La espantosa miseria en que estaban sumido los indios de la capital mexicana, que eran vendidos como esclavos y vejados, fue lo que le indujo a Vasco de Quiroga a fundar el hospital de Santa Fe. Allí personalmente él atendía a enfermos y desamparados, y también aprovechaba para instruirles en la Fe. El ideal de Quiroga se planteaba en general en la fundación de poblados agrícolas que estuviesen sujetos a ordenanzas y pacifica convivencia con frailes, que hicieran hábitos de virtud basado en una cierta semejanza del indígena con los apóstoles, en la humildad y la simplicidad de la vida. Quiroga trataba de implantar una forma de vivir parecida a las primitivas iglesias cristianas. Quiroga se encargó de manera minuciosa de llevar su esquema utópico hasta el limite, de disponer que las tierras de los hospitales pueblo sean bienes comunales, donde los indígenas puedan tener huertos familiares. Él se inspiró en la lectura de la Utopía de Tomas Moro, para llevar a cabo en Michoacán esas increíbles y bellas ideas, aunque fueron en sí los Evangelios de donde él sacó toda su fuerza creadora. De esa forma reunía a los indígenas para imbuirles los ideales de la fraternidad y el auxilio mutuo. En una palabra, gracias a su humanitaria labor, la vida de los indígenas de Michoacán cambió de forma sustancia para su bien. Él se ganó el afecto y el amor de los indios por su bondad para con ellos, sobre todo por las medidas económicas que promovió, que fueron muy favorables para las comunidades indígenas. Quiroga aceptó el ideal de una sociedad sin lujo. El mayor merito de Vasco de Quiroga está en haber soñado y realizado un alto ideal evangélico comunitario entre los indios de Michioacan. Los llamados pueblos hospitales eran en sí centros artesanales, agricolas, hospitales,y albergues para viajeros. Vasco de Quiroga fue ordenado sacerdote en 1538, para más tarde ser obispo de Michoacán. Los indios de Michoacán le llamaban cariñosamente el Tata Vasco. Vasco de Quiroga murió a la edad de 95 años en 1565.
Los españoles somos más dados a creer lo malo que se cuenta de nosotros que a dar crédito a la verdad. La conquista americana tuvo de todo, indudablemente; pero algunos españoles no ven más que lo negativo. Conviene conocer o recordar a personajes como Vasco de Quiroga.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Que bonito y gratificante ejemplo nos presentas hoy. Para todos los creyentes en que la solidaridad y no el dinero es entre los hombres el autentico motor del desarrollo.
ResponderEliminarBuen trabajo humanitario que hizo Don Vasco de Quiroga, gracias ha él los indios dejaron de estar en aquella miseria horrenda.
ResponderEliminarAgus, una nueva lección de historia.
ResponderEliminarSiempre viene bien recordar que, aunque ahora esté de moda el indigenismo, los españoles también dejaron un legado cultural importantísimo en esos países, aparte el buen hacer de los misioneros.
ResponderEliminarNo es que seamos dados a creer todo lo malo que se cuente de nosotros. La realidad es que una conquista trae masacre y España masacró. Eso no quiere decir que no hubiera gente que hiciera cosas muy buenas, que la hubo, pero no podemos negar que también la inquisición llegó a ese país de manos de Juan de Zumárraga. Fray Bartolomé de las Casas luchó por los indígenas viendo como morían como moscas con los trabajos "encomendados" por los españoles. Fue escuchado por Carlos I, pero eso sirvió para cambiar unos esclavos por otros, y dio lugar a la esclavitud negra en esa tierra. Nosotros la iniciamos. Pero cierto es que todas las obras buenas quedan ocultas tras las malas, se ven más las últimas que las primeras.
ResponderEliminarLa Reina Isabel fue la primera en prohibir tratar a los indígenas como esclavos, pero eso nunca se acuerdan de contarlo.
ResponderEliminarNaturalmente que en toda empresa humana de estas características hay abusos y muertes, pero también hubo un legado importantísimo y lo que no puede ser es que seamos el único pueblo que contínuamente se ponga en entredicho a sí mismo, la Historia hay que asumirla con sus luces y sombras como hacen el resto de naciones con historiales en nada mejores que el nuestro.
Siempre he estado convencida que Bakunin y otros salvapatrias comunistas utópicos eran unos aprendices al lado de los católicos humanistas de la Iglesia. De hecho, soy de la teoría que el comunismo es una mezcla de judaísmo y catolicísmo, un batiburrillo sin D.s
ResponderEliminarHasta creo que cualquier economista de ahora se queda en bragas con Tomás de Mercado.
Saludos.