Podría rondar los 57 años y su vida laboral se vio cortada
por los salvajes ajustes que afectaban a la industria textil, donde él había
dado 27 años de su honrada y laboriosa vida. Ahora se encontraba perdido y desorientado con
la noticia de su despido. Lo más preocupante,
tenía una hipoteca por pagar. Intentaba
preguntarse como se había llegado a esta situación. Siempre fue un obrero de ideas centradas, en
donde el sustento de su familia era su más sagrada prioridad. “¿En dónde había fallado?”, se lamentaba entre
resignado y colérico. “Ahora tendría que
comenzar de nuevo”, les decían todos los amigos. ¿Pero cómo? ¿Y con qué fuerza de voluntad? Era engañarse a sí mismo pensar que le
pudieran ofrecer un trabajo con su edad. Las cosas habían cambiado desde que con 27
años entró en la fabrica textil. Eran
otros tiempo donde la búsqueda de un trabajo era algo fácil de conseguir. Pero ahora un abismo superaba todo aquello que
él había conocido.
La emigración y la maldita globalización habían roto el
modelo de producción en el mundo del trabajo. No era un secreto que en su lugar pondrían a
un emigrante de Pakistán o Cambodia, cobrando dos o tres veces menos que lo que
él ganaba. Pensó que con la mísera indemnización
y los dos años de desempleo podría aguantar un par de años. Tendría 59 cuando el dinero se acabe. Eso le daba escalofrió solo pensarlo. Su mujer le encontró algo sombrío aquella mañana. Ese día era el ultimo de su cobro por el desempleo.
En dos meses tendría 59 años. Tendría que esperar aun ocho largos años para
cumplir los 67, que era la edad legal de jubilación según las nuevas normas. Es debido a ese desolador panorama que tomó la
decisión más triste de su honrada vida. Aquélla
mañana el tren de cercanía acabó con todas sus incertidumbre. La noticia al otro día hablaba de un nuevo
caso de suicidio a causa de la crisis económica. En los bolsillos de la victima se halló una
escueta nota que decía, “Demasiado viejo para encontrar un trabajo.”
Desgraciadamente, ese es el porvenir de muchos: cierran su empresa, se va a la calle, tiene hipoteca que pagar y no hay manera de encontrar trabajo, aunque sea más joven.
ResponderEliminarCreo que había que pedir responsabilidades al Gobierno de Zapatero, porque no dejo ni telarañas en las arcas públicas pero sí montones de deudas.
Provocar el cataclismo es muy fácil; lo difícil es arreglar el desaguisado, cuando no juntas dinero ni para pagar los intereses de la deuda.
Un abrazo
La maldita herencia de Zapatero,Por desgracia la quiere continuar Rajoy.La cosa tiene arreglo salir del Euro ,acabar con Las Autonomias.Pero eso no les interesas a los de arriba.un abrazo,
Eliminar¿Y quien va a cargar con la responsabilidad de tantas vidas truncadas, Camps y la compañía popular socialista?. Supongo que nadie y que todo pasará por echar la culpa al que gobierna o a la herencia recibida, antes de ser tan sinvergüenza, como para arrimar el muerto, los muchos muertos, a la puerta del contrario, convendría reflexionar sobre cual es, y donde está, la raya que separa a los inocentes de los culpables. Para evitar convertirnos en cómplices más que nada.
ResponderEliminarVidas rotas y verdades que la prensa no airea. Nadie pagará por ello, serán solo efectos colaterales de un Sistema que prima al inutil y al ladrón siempre que se arrodille ante estos nuevos dioses de plastilina.
ResponderEliminarUn dia la Ira del pueblo sera como un volcan que lo arrasa todo.Ese dia podria esta a la vuelta de la esquina.Pues aqui no se trata ya de ideologia.Es la clase media la victima de la casta politica.un saludo,
EliminarAgustín.... me preparaste el fin de semana, a los que nos aproximamos a esa edad este post nos deja echo unos zorros.
ResponderEliminarSaluditos.
Perdon Don Zorrete,Por fastidiarle el fin de semana,con mi post tan crudo y realista,Pero como dice el refran,No hay mas cera que la que arde,un abrazo.
EliminarEl tema del suicidio lo conozco de primera mano y ha subido mas de un 150%. Así que la historia que relatas no es una ficción, es la pura realidad. ¿Y quien le pone a estos muertos sobre la mesa a los politicos?. En algun momento saldrá, lo jodido es reconocerlo.
ResponderEliminarDesde luego que no es ficcion,Es una sangrante realidad.Eso ocultada por la prensa,un saludo,
EliminarUna entrada muy triste, Agustín. La situación que describes es el pan nuestro de cada día, amigo. Incluso entre la gente joven, donde el desempleo ronda el 50%. Así, con una sociedad que cierra las puertas a los mayores y a los jóvenes, no hay futuro que valga.
ResponderEliminarUn saludo.
La verdad es que la realidad supera a la ficcion.Un panorama que se agrava cada dia a peor.Aqui mientras se este pendiente del Barsa contra el Madrid .Pues eso a difrutar y meter la cabeza en la arena,un saludo,
EliminarTriste, pero muy real, Agus.
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