FICTION – The Unique Device: Epilogue

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Era el otoño del 2016 y mi vida había tomado un rumbo más que sombrío al ser diagnosticado con leucemia.  Los doctores me daban un mes de vida.  La verdad, no me alarme al saber la noticia, púes con mis 70 años estaba de vuelta de todo.  Tampoco dejaba a nadie que llorase mi perdida.  Unos meses atrás perdí a mi dulce perro Luminoso al ser atropellado por un coche.  Es por eso que me preparé para dejar este mundo hostil.  La vida era difícil en el resto del planeta.  Lo más grave fue la Hiperinflación que golpeaba a las economías mundiales.  En España superaba el 30 por ciento y  el paro era de 7 millones de personas.  El barril de petróleo cotizaba a 200 dólares, el oro superaba los 6,000 dólares la onza.  Como respuesta a esto, los precios de los alimentos subieron de una manera brutal.  Esto trajo huelgas y disturbios que ocasionaron cientos de muertos en diferentes ciudades del mundo.  Antes el cariz de los acontecimientos los gobiernos del mundo y la ONU acordaron celebrar una gran conferencia.  A esa magna reunión acudirían todos los jefes de estado junto con su cúpula militar.  No faltaría nadie desde hombres de negocios hasta los tecnócratas del FMI y el Banco Mundial, los componentes del grupo Bilderberg, la Comisión Trilaterales.

Por supuesto el mundo de la Religión también acudió a la llamada.  En una palabra se iban a reunir la Elite del poder financiero, político y militar.  Ésa elite que controlaban nuestras vidas que dictaban los ajustes y la austeridad, que habían destruido el valor de la familia con políticas a favor del aborto, matrimonios entre hombres, pornografía y droga consentida.  Ésa elite que quería acabar con la individualidad del ser humano.  Ésa elite que había reemplazado la Democracia por la Bancocracia, púes bien todos estarían junto en la misma guarida.  Lo más interesante, el evento seria televisado.  Eso fue lo que me hizo tomar la decisión de usar el casco de cobre antes de morir.  El casco con sus inmensos y sobrenaturales poderes seria mi aliado una vez más.  El día escogido fue un 28 de Noviembre de 2016.  Ese día con algo de animo fui al bosque y desenterré el casco de cobre.  Más tarde me instale en la cama con el casco puesto sobre mi cabeza.  Al momento encendí el televisor y espere a que comenzara el espectáculo.  Cuando eran las 6 de la tarde la ceremonia se puso en marcha.  Yo prepare el casco también dirigiéndolo al centro de la pantalla.  Al cabo de unos minutos el poder mágico del casco se mostró tal cual.  No podía reprimir mi regocijo al contemplar las imágenes en directo, púes toda la elite allí reunida estaban sufriendo una insólita metamorfosis, a cual más ridícula y repulsiva.  

De golpe ya no eran ni la elite ni los poderosos.  Eran simples cuervos, mofetas, alacranes, escorpiones, cucarachas, chinches, culebras y demás criaturas pestilentes y viscosas.  Fue de esta forma cómo el casco prestó su último servicio a los humanos.  Yo no espere al mes de vida que me quedaba, púes una capsula de cianuro me evitó la espera.  Eso sí, los últimos segundos de mi vida pude ver cómo Cristalino y Luminoso jugaban en una verde pradera.  Sin duda me estaban dando la bienvenida al paraíso.  Una vez en el Paraíso me entere que el edificio de Naciones Unidas se había convertido en un insólito zoológico donde las gentes iban en peregrinación a contemplar a los poderosos del mundo reducidos a pura diversión y mofas del pueblo llano y noble.  De esa manera las futuras generaciones aprendieron que no siempre la codicia y el ansia de poder es perpetua.  Y que siempre al final el destino imparte la verdadera justicia.

It was the fall of 2016 and my life had taken a grim turn as I was diagnosed with leukemia.  The doctors gave me a month to live.  The truth is that I was not alarmed upon receiving this news, as I have already seen everything there is to see after 70 years.  Neither would I want anyone to cry for me.  A few months ago I lost my sweet dog Luminoso after being hit by a car.  That is why I was prepared to leave this hostile world.  Life was difficult in the rest of the planet.  The most serious was the hyperinflation that struck the world's economies.  In Spain it exceeded 30 percent and the number of unemployed reached 7 million people.  The price of petrol was $200 per barrel, and gold exceeded 6,000 dollars per ounce.  In response to this, food prices rose in a brutal way.  This led to strikes and riots that caused hundreds of deaths in different cities of the world.  As a response to this turn of events, the world's Governments and the UN agreed to hold a major conference.  This magna meeting would bring together all the heads of States together with their military leaders.  Not to forget the businessmen and the technocrats of the IMF and the World Bank, the members of the Bilderberg Group, the Trilateral Commission.

Of course the religious elite were also called upon to attend the conference.  In a word, the Elite of the financial, political world and the military powers all came together to discuss the situation.  The same elite that controlled our lives, the same who have dictated the budget adjustments and austerity, those who had destroyed the family values in favour of abortion, marriage between men, pornography and legalised drug use.  The very elite that wanted to put an end to the individuality of the human being.  That same elite who had replaced democracy with bancocracy; well, everybody would be together in the same den.  The most interesting thing, the event would be televised.  That was what made me decide to employ the copper helmet before my death.  My only ally would be once more the helmet with its immense supernatural powers.  The chosen day chosen was November 28, 2016.  On that day, filled with a sense of motivation, I went to the forest and dug up the copper helmet.  Later I laid down in bed with the helmet on my head.  At the same time I switched on the TV and waited for the show to begin.  When it was 6 pm the ceremony got underway.  I prepared the helmet, directing it towards the center of the screen.  Minutes later, the magical powers of the helmet were evident.  I could not suppress my joy as I witnessed the live images of the elite gathered there at the conference; they were all suffering an unusual metamorphosis, both  ridiculous and repulsive.

All of a sudden they were no longer the elite or the powerful.  They were just crows, skunks, scorpions, scorpions, cockroaches, bed bugs, snakes and other creatures, smelly and viscous.  It was in this way that the helmet served its final purpose.  I didn’t wait for the last month of my life to take its course; the cyanide capsule in my mouth avoided the wait for me.  During the last seconds of my life I could see how Cristalino and Luminoso were playing in the green meadows.  They were welcoming me into heaven.  Once in Heaven I learned that the UN building had become an unusual Zoo where people went on pilgrimage to contemplate how the powerful of the world had been reduced to the object of mockery and taunting for the simple and noble people.  In this way future generations learned that neither greed nor the lust for power was perpetual.  And that in the end destiny always imparts true justice.