Cada día uno se da cuenta que los cambios drásticos en política es los más parecido a un carnaval o una comedia bufa. La insólita visita del actual presidente de Siria a la ciudad de New York es algo ofensivo para los cientos de ciudadanos sirios que están siendo asesinados por sus creencias religiosas y políticas. Pues es lo que actualmente por desgracia está ocurriendo en Siria. Todo alrededor del actual presidente de Siria es una macabra ironía. De la noche a la mañana este terrorista que cortaba cabezas con sus milicias de Hayat Tahrir, se convierte con el beneplácito de Occidente y USA en el nuevo presidente. Eso sí, tienen que lavar la imagen de este sangriento cortacabeza. Y eso es fácil con un traje de Armani cuyo coste son mil dólares. De esa manera el terrorista reciclado en un buen samaritano puede ser recibido en Naciones Unidas, faltaría más. En fin vivir para ver cómo un terrorista sirve a los intereses de Israel en la zona, digo yo.
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