jueves, 17 de julio de 2025

LA ROBOT Y YO

Hacia más un año de aquel nefasto accidente que había acabado con mi prometida y a mi me había dejado sin movilidad en mis piernas.  Mi larga y tortuosa convalecencia sólo había acrecentado un desprecio absoluto hacia mi propia persona, pues era yo el máximo culpable de mi actual situación, nada podía reprocha al resto de familiares y amistades.  Finalmente los doctores me dieron la opción de que siguiera mi inútil recuperación en mi casa.  Me dijeron que saldría del hospital acompañado por alguien muy profesional que se encargaría de los problemas más acuciantes debido a mi casi nula movilidad.  Lo que menos podía imaginar que fuese un robot el que tuviera que solucionar mis más cotidianos problemas.  Siempre había pensado en la clásica profesional con un alto grado de experiencia en los múltiples casos de invalidez o parálisis parcial.  Pero mi perplejidad quedó más que cubierta al contemplar a la que desde ese momento sería mi más grata compañía.  Pues la industria de robótica había avanzado de manera increíble.  Despues de todo era el año 2046 y el mundo ya no era el mismo que yo valoraba cuando tenía mis dos piernas en perfectas condiciones y una mujer que me amaba.  Esos recuerdos me hizo fantasear que a lo mejor aquel fatídico accidente no sería después de todo tan malo.  Ahora un robot femenino podría dar algo de sentido  a mi atormentada existencia, me dije a mi mismo.


 

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