La reencarnación de Satanás dio un tóxico discurso en la Cámara de los EE.UU. sin ninguna reprobación de los malvados representantes del pueblo americano. Satanás se vanoglorio de las matanzas y logros conseguidos con la generosa ayuda financiera y armamentisticas de la asquerosa oligarquia que gobierna la nacion americana. Me pregunto, ¿donde quedó la decencia y el honor al dejar que un asesino reclamado por el Tribunal de la Haya por crimenes de guerra, pudiera dar esa lección de insultante cinismo al pueblo americano? En fin a cada cerdo le llega su San Martin, y esta basura que emplea el chantaje emocional del Holocausto contra Europa, USA y el resto del mundo, será barrido por el paso de la la historia. Solo será recordado por sus crimenes.
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