UNA SALIDA UTÓPICA DESPUÉS DEL VIRUS DE WUHAN

Después que habían pasado cinco años de la terrible pandemia llamada Wuhan19, el planeta tierra cambió de una forma dramática.  Aquélla plaga aniquiló a mas de 3,000 millones de personas, de los más de 7,800 millones de seres humanos que poblaban el mundo al comienzo del maligno virus.  Un caso digno de mencionar fue el regreso de los animales a su hábitat natural, las playas y océanos del mundo vieron un renacer dentro de las especies acuáticas.  Las tortugas podían llegar a las orillas de las playas sin miedo a ser capturadas por depredadores humanos. Las grandes sabanas y bosques tropicales también se llenaron de sus verdaderos representantes, aquí no había miedo por parte de esos magníficos animales, de ser aniquilados por estúpidos cazadores que solo buscaban una sanguinaria diversión, matando a tantos maravillosos animales. El clima y los cielos recuperaron su genuino explendor, al no haber rastro de la maldita polución  del pasado.

Para los seres humanos que sobrevivieron a la pandemia, la vida cambió de una manera favorable.  Las formas y costumbres de vivir dieron un giro insólito para ellos.  Era como si la humanidad hubiera retrocedido más de mil años.  El dinero dejó de circular, todo el mundo trabajaban en los campos.  La autarquía volvió en múltiples formas de intercambio entre los pueblos. Los políticos que habían llevado a los ciudadanos del mundo a este apocalíptico desastre, fueron el objetivo de las masas enfurecidas, que finalmente pudieron ajustar cuentas pendientes, con los que habían ocasionado las ruinas del planeta tierra. Los que no fueron linchados, sufrieron las delicias de la Guillotina. Fue así como una plaga llamada Wuhan19, sirvió como una perfecta catarsis que dejó un mundo algo más justo y menos insanos, como el que se había vivido antes del fatídico virus, digo yo.

EL ABUELO Y EL VIRUS DE WUHAN

Después de su placentero paseo por la playa en compañía de su fiel compañero, un perrillo de cinco años al que le había puesto por nombre Cristalino, a la vuelta a casa notó en las calles del pueblo, cómo algunas personas llevaban unas mascarillas en sus rostros, pero no le dio importancia, pues pensó que serian personas con alergia al polen. A la mañana siguiente en su cotidiano paseo, percibió una cierta hostilidad por parte de ciertas personas.  No le cabía en su cabeza a qué se debía esa hosca manera de mirarle. Una vez en casa puso la televisión para escuchar las noticias, y desde luego algo malo estaba ocurriendo.  Las noticias hablaban de un extraño virus situado en la lejana ciudad de WUHAN en CHINA.  Al cabo de unos días se entero por la radio, que la playa había sido cerrada al público.  No solo eso, se recomendaba a los ciudadanos que estuvieran encerrados en sus casas, y que solo salieran para hacer las compras.  Aquéllas drásticas medidas le sumieron en una fuerte depresión, púes cómo haría para sacar a Cristalino a pasear y por supuesto ir a hacer sus compras.

Ante el cariz que tomaba la situación, se puso en contacto por teléfono con algunos vecinos, para que pudieran ayudarle en lo más necesario. La respuesta fue de una solidaridad ejemplar, debido a su mayoría de edad y sus achaques, su movilidad era cada vez más difícil. Después de un mes de aquel evento llamado Covid19, las noticias eran pavorosas pues se decía que miles de ancianos, que vivían en Residencias habían contraído el virus y había muertos abandonados y sin cuidados médicos. Lo que más le partió el alma y su poca confianza en la condición humana, era que hasta los mismo médicos daban absoluta prioridad a las personas más jóvenes.  Era como si los ancianos como él, fueran una carga para el Gobierno.  Pero se enteraba de que las personas de su edad, estaban sufriendo también aquella perversa discriminación en todos los países de Occidente. Ante tanta iniquidad contra los ancianos, que habían luchado por los derechos más elementales de otras personas, y viendo el ingrato trato a lo que eran sometidos, se preguntó si valía la pena contemplar tanta injusticia y maldad, contra él y millones de otros como él mismo.

Él después de todo no temía a la muerte con sus noventa años, había visto cosas desagradables, y también había cometido más de una maldad, pero lo que estaban cometiendo con los ancianos del mundo era lo más parecido a un Genocidio.  Por experiencia había sufrido el terror nazi en un campo de concentración, y lo de ahora le recordaba su amarga experiencia. Se dijo a si mismo que él no sería un ratón asustado ante la cruel burocracia, la capsula de cianuro que siempre tenía guardada, le evitaría la ignominia de ser tratado como un juguete roto. Para que su dulce Cristalino no quedara desamparado, le administró algo de cianuro en su comida, al mismo tiempo tomó una letal capsula y junto con su perrillo abandonó esta tierra cruel y desagradecida.

CIVIL DESOBEDIENCE VERSUS NEW WORLD ORDER

Me pregunto algo molesto, ¿cómo es que los millones de ciudadanos de este planeta, pueden aceptar de manera sumisa ser desprovistos de sus derechos más fundamentales?  Nadie está protestando contra estas absurdas medidas del control debido al Covid19, que es más común en COREA DEL NORTE, o en las épocas más totalitarias que ocurrieron en la ALEMANIA DE HITLER, o en LA UNION SOVIETICA DE STALIN.  Es como si cualquier espíritu de rebeldía o desobediencia civil, se hubiera difuminado de las mentes de los ciudadanos.  El miedo se está instalando en los corazones de millones de seres humanos, la propaganda de los medios de comunicación está machacando los cerebros de las personas, diciéndoles que se recluyan en sus casas y no salgan a la calle a respirar algo de aire fresco.  Todos los gobiernos del mundo trabajan con el mismo esquema, control de la población a través de un toque de queda mundial.  En Filipina, por ejemplo, su loco presidente dio órdenes a la policía para disparar a matar, contra quien no respete las órdenes de quedarse en casa.

Todo este asunto de tener retenidos a las personas, no sirve para nada, los infectados y los muertos cada día son más.  Los gobiernos del mundo están encantados, de que la población no pondrá resistencia a sus planes, digno de la novela de GEORGE ORWELL 1984.  Si los ciudadanos no muestran algo de coraje para parar esta locura totalitaria, tendrá uno que pensar que el papel de víctima no es lo más adecuadas, y aceptar su complicidad en este asunto, digo yo.

VIRUS DE WUHAN CONTRA LOS ANCIANOS DEL MUNDO..

Como si de un ángel exterminador se tratase, los gobiernos mundiales de las opulentas y católica o luterana sociedades de OCCIDENTE, están utilizando de forma ruin y sádica el covid19, para reducir de manera drástica a los ancianos que cobran su merecida pensiones.  En las residencias de las ciudades españolas, los mayores de más de 70 años están siendo abandonados a su suerte.  A los miserables políticos que tienen el poder, no les interesa que los hospitales reciban a personas mayores con el virus.  LA SINIESTRA CASTA POLITICA, desean que mueran en sus casas o en sus respectivas residencias para la tercera edad. A  los millones de  ancianos que lucharon toda su vida, ahora les pagan con estas crueles medidas. En la católica ESPAÑA, más de 6,000 ancianos han muerto por ahora  sin haber sido atendidos.

PERO NO SOLO EN ESPAÑA, ITALIA, BELGICA Y HOLANDA, están siguiendo el mismo y sacrílego esquema. Me indigno cuando estas mentes venenosas se llenan sus podridas bocas, hablando de lo perverso que eran HITLER O STALIN, cuando ellos son tan criminales como los que he mencionado.  También en USA el capitalismo salvaje está haciendo lo posible, para que sus ancianos mueran en sus casas sin nada de asistencia médica. Sin duda alguna, si esto no es una EUTANASIA programada, que venga el mismísimo DIOS y lo vea, digo yo.