Después de siete terrible años de ataques terroristas de
los grupos más sanguinario del islamismo radical, grupos y milicias financiadas
por USA, la Comunidad Europea, Arabia Saudí e Israel, al final, todo este
espantoso derramamiento de sangre y dolor, sufrido por el valiente pueblo sirio
no ha servido para nada. Hoy el legítimo régimen de Damasco controla el 95 por
ciento de su territorio. La generosa y poderosa ayuda de Rusia ha servido para
que en los tres últimos años, lo que parecía el fin de Bachar Al Assad, se haya
convertido en una especie de milagrosa resurrección del pueblo de Siria y su
gran líder. Ahora después de siete años, el mundo puede comprobar que ni había
milicias rebeldes, ni grupos opositores al régimen. Todas las hienas que han
causado tanto sufrimiento al pueblo sirio, eran miles de mercenarios y criminales,
financiados por el dinero de Arabia Saudí, mas con la infraestructura y la
logística del Reino Unido Francia, USA e Israel.
Más de medio millón de seres humanos han sido sacrificados
en esta diabólica aventura Sionista. Si hubieran conseguido sus criminales propósitos,
hoy Israel tendría un pedazo grande de Siria. Todos los mediocres y taimados políticos,
que organizaron este complot contra un gobierno legitimo, esperaban ansiosos
brindar con champan por la caída del líder sirio. Sus bastardas ilusiones se
han estrellado ante el corazón valiente del pueblo sirio. Ahora es hora de
cicatrizar las heridas, recontruir el país y recompensar con los beneficios de
la reconstrucción a amigos sinceros como Rusia, China y Líbano, digo yo.
Los responsables últimos de las revueltas bélicas de Oriente Medio son los americanos que, por intereses espurios, han tratado de desestabilizar toda la zona. Disculpa: acabar con las dictaduras de esa región. Y lo único que consiguieron con su primavera árabe desestabilizar Libia. Y Egipto porque no pudieron y en Siria llevan el camino de naufragar también. Saludos
ResponderEliminarLo mas grave es que nuestra nacion,apoyan esos ataques contra Siria.saludos,
Eliminar