En pleno debate sobre si se tendría que alargar la pena
de cárcel para crímenes horribles, un macabro suceso ha vuelto a conmocionar a
la sociedad española. Se trata del
repugnante asesinato de un inocente chiquillo de ocho añitos. El crimen ha sido
perpetrado por la amante del padre de este dulce angelito. El chiquillo se
llamaba Grabiel, pero cariñosamente le decían Pescaito. La hiena que ha
cometido tan execrable asesinato, es una víbora procedente de la Republica Dominicana.
Me pregunto como el padre de este niño, no se daba cuenta de la clase de
cucaracha con la que compartía su vida. Ahora
como es costumbre en estos sórdidos sucesos, los abogados de esta arpía,
achacarán su conducta a los típicos celos que sentía la bruja asesina, por Gabriel.
Me apostaría mi cabeza que a esta alimaña solo la tendrán
menos de 12 años entre rejas. Yo creo que en estos casos de crueles asesinatos,
la ley del talión es lo más adecuado. Como dice la Biblia, ojo por ojo, y
diente por diente. Lo demás es una pérdida total de tiempo. Claro que esto a
sonar muy bíblico, podría ofender a los defensores de esta clase de alimañas,
digo yo.
Esta mujer no merece ni el agua que bebe. Asesinar así a un niño inocente tenía que suponer la prisión de por vida. La prisión permanente revisable es muy poca pena para una arpía como esta. Un abrazo
ResponderEliminarQue razon lleva hoy en su comentario. Por desgracia, en nuestra patria la justicia esta en manos de politicos corruptos, y juezes cobardes. Un saludo
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