A
veces cuando observo a algunas personas, que deambula por las calles de
cualquier ciudad acarreando sus exiguas pertenencias dentro de un carrito, puedo
sinceramente sentir sus angustias y soledad en sus tristes y perdidas miradas.
Son miradas que nos dicen que un día también ellos fueron amados por sus hijos
y demás familiares, que tuvieron un trabajo digno. Pero hoy son desechos humanos destruidos por
el alcohol, las drogas, o sencillamente son viejos para seguir el ritmo
inhumano de nuestra forma de vivir. Para
el Sistema actual de la sociedad, que divide a las personas entre ganadores y perdedores
ellos son los que llevan la peor suerte. Yo cada día puedo contemplar esa silenciosa tragedia,
en el rostro de una mujer que, debido a su actual situación de miseria mental y
física, la autodestrucción pareciera que es su única salida. Lo que más congoja me da es ver sus piernas,
en un estado de alarmante insalubridad. Es
por esa insufrible visión que me hago esta pregunta, “¿Es la vida la que se
aferra a nosotros, o nosotros los que nos aferramos a la vida de manera compulsiva?”
En
el caso de esta desdichada mujer y miles como ella, que malviven sin un techo o
una caricia por parte de nadie. Es por
lo que me pregunto a mí mismo, cuál es el secreto que rodea a un ser humano,
para continuar sobreviviendo en tan lamentables condiciones. A lo mejor es la vida que no les deja
marcharse de este mundo, y les engaña con la esperanza que todo puede cambiar
para mejor. Yo, aunque suene cruel, me
sumergiría en el mar antes que ser destruido física y mentalmente. Es razonable pues pensar, que en algunos casos
el suicidio es la mejor liberación, ¿o no?
Estimado Agustín:
ResponderEliminarCiertamente has subido un post que invita a la reflexión, porque desde el principio de los tiempos, en cualquier sociedad y lugar de este mundo existen personas como la que describes.
Pienso que el suicidio es una deserción o una capitulación ante la vida. Y mi respuesta a tu primera pregunta aplicándola tanto a pobres como a ricos, opino que somos nosotros mismos los que nos aferramos a la vida de una manera compulsiva. Y también creo que el secreto que a los seres humanos nos aferra a la vida, es el propio instinto de supervivencia.
Al igual que tú y aunque también suene mal, como hombre de mar que he sido, igualmente desearía sumergirme para siempre en nuestra madre, la Mar.
Un abrazo desde España, estimado Agustín.
Es muy cierta tu opinion,siempre somos nosotros los que nos aferramos a seguir viviendo ,aun en los estados mas miserables.Desde luego como siempre la ultima palabra la tiene uno mismo,pero es algo dificil de llevar a cabo,un fuerte abrazo,
EliminarYo creo que somos nosotros quienes nos aferramos a la vida, Agustín, aún en las situaciones más difíciles. El suicidio, bajo mi punto de vista, es un fracaso, incluso en aquellos casos en los que el suicida decide morir siguiendo los principios de Séneca. (Non fugere debet e vita, sed exire)
ResponderEliminarRespeto tu opinion,pero en mi caso el suicidio es la mas valiente de las salida ante segun que situacion,un abrazo,
EliminarNo se que decir. Pero yo creo que, el que se suicida cuando fracasa, fracasa dos veces. Por eso, yo creo que siempre es posible remontar el vuelo si te empeñas y te esfuerzas por conseguirllo. Hace falta eso sí, un ánimo muy fuerte y muchas ganas de recuperarte. Saludos cordiales
ResponderEliminarComprendo tu opinion,pero el post se centra en personas bastante mayores que viven en las calles,y en su caso es dificil remontar el vuelo,un fuerte abrazo,
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