OLOR A PUTREFACCION EN LA CASA ROSADA

Ni el mejor escritor de novelas policiacas podría haber plasmado el tenebroso asunto del misterioso asesinato del fiscal Alberto Nisman, aunque algunos  incluyendo el gobierno de Iran, estén diciendo que se trata de un suicidio. Éste lucido fiscal llevaba muchos años intentando investigar la verdad, sobre los autores materiales e intelectuales del terrible atentado de la Amia ocurrido en Buenos Aires el año 1994, en donde perdieron la vida 88 personas, la mayoría eran judíos que vivían en Argentina. Como posibles autores de la muerte del fiscal, o inductores de este turbio asunto, están por  un lado la actual presidenta argentina, o su Servicio de Inteligencia, como unos posibles responsables de este repugnante suceso. También están en el ojo del huracán, todas la bandas de mafiosos, tanto si son sindicalistas o de las Barras Bravas, que a veces utiliza el gobierno para sus trabajos sucios.  La señora Kirchner a día de hoy es un cáncer para la sociedad argentina.

Ahora cuando el cerco se estrecha sobre la reina del Botox, la muy cínica da a entender que el fiscal no se ha suicidado, sino que todo se trata de un complot contra su gobierno.  Hasta el más lerdo al conocer la noticia del cuerpo con un tiro en la cabeza del fiscal, dio por seguro que era un asesinato con tintes políticos.  Púes el fiscal Nisman cada vez estaba más cerca de las conexiones del gobierno de Iran, en la matanza de la Amia.  También como del salvaje atentado que sufrió la embajada de Israel, el 17 de Marzo del 1992, en donde murieron 30 ciudadanos judíos.  En pocas palabras el gobierno de Iran, ya se había instalado suficientemente bien en la Argentina, a través de unos acuerdos económicos que beneficiaban de manera generosa a los gobiernos de Alfonsin, Menem, y por supuesto a la actual presidenta.  De esa manera los Servicios de Inteligencias de Irán, junto con los posibles autores materiales de esos dos atentados ya mencionados, que son sin duda alguna el grupo Hezbola, de esta manera podían atacar los interese de la comunidad judía en Argentina sin ser molestado.  Conclusion, es hora de llorar por Argentina, que está en manos de mediocres y criminales.  Desde luego Perón y Evita se volverían a morir de asco y pena, al ver cómo está su actual Argentina.