Bueno
al fin sacó su artillería pesada el fiscal Anticorrupción de Palma de Mallorca,
el defensor de los desvalidos el honorable Pedro Horrach. Esto ocurre después
de la admirable determinación del juez José Castro de imputar de manera oficial
a la hermanita del nuevo Rey de nuestra España de pandereta, la muy ilustrísima
infanta Cristina de Borbón y Palma, y a su ínclito marido, Iñaqui Urdangarin. Los
cargos son por los numerosos delitos de fraude a Hacienda, y la más grave
evasión de capitales. Después de eso es cuando entra en escena, el fiscal
Horrach, como si fuera el mismísimo general Custer, y a golpe de la trompeta real, arremete de forma poca caballerosa
contra un colega de la judicatura como
lo es el juez Castro. Sólo por el justo ejercicio de cumplir con su sagrado deber,
que no es otro que hacer prevalecer la verdad. En mi osada opinión este fiscal
mancilla a alguien que solo sigue los postulados de la Justicia. Lo más chusco
de este lamentable episodio, es que la
Infanta Cristina y su marido no tienen necesidad de gastarse ni un Euro en
contratar un abogado. Púes tiene de su parte nada más y nada menos, que al fiscal
Pedro Horrach, así cualquiera va a un juicio, o, no.
El
Esperpento llega a la cima de la cumbre, cuándo el Fiscal Horrach afirma sin pestañear,
¿Cristina de Borbón es culpable, no se sabe de qué? En fin, si este señor con
un puesto tan importante, no sabe de que está imputada la Infanta. Pero la
mayoría de los ciudadanos españoles sí lo saben y lo intuyen. Sería mejor para
la Justicia que renunciara a su lucrativo cargo, tanto por incompetencia, o por
algo más grave, por prevaricar. Posdata, lo que la Justicia es igual para todo,
es una simple falacia.
Si hay quien por amor es capaz de suicidarse ¿cómo no va a ser capaz la amada de firmar lo que su amado le pida sin hacer preguntas? Comprendo la posición de ambos, fiscal y juez, aunque también entiendo que es conveniente despejar la sombra de la duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las dudas son mas que palpables en este sainete,un abrazo,
EliminarVan abuscar la manera de apartarlo del caso.
ResponderEliminarSi se demuestra que hay animadversión hacia la monarquía por parte del juez, éste podría ser recusado. Es la ley quien lo contempla.
EliminarUn abrazo.
Seria un mal comienzo para el nuevo Rey,que apartaran al juez Castro de este caso.Si fuera asi se demostraria que la influencia de la Corona es demoledora,un saludo,
EliminarComo diría aquél, todos somos iguales, pero unos más iguales que otros.
ResponderEliminarDesde luego la Infanta es un caso muy aparte.Aqui la Justicia tiene que demostrar que es algo mas que la voz de la Corona,o la de su amo,jejeje,un saludo,
EliminarLa Justicia, en este país, es un cachondeo. Como casi todo. La figura del Torres Dulce, tan sensato antes de ocupar el cargo, está quedando ahora a la altura del betún, como casi todo en este Gobierno que ahora parece empeñado en volver a causar daño, de forma indirecta, al nuevo Rey. Indirecta, por no decir de forma intencionada.
ResponderEliminarUn saludo, Agustín.
Una vez mas la lucha intestina entre clanes por un trozo del pastel.un saludo,
EliminarEs un caso viciado de origen por todas las partes y por la opinión pública que ya ha dictado veredicto; el juez tampoco se libra porque se fue de copas con la abogada de la acusación popular y también está muy feo...
ResponderEliminarLo del juez son pecadillos veniales,comparado con el fiscal digo yo.Lo importante es que se aclare la verdad de una vez por toda,saludos,
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