Siempre he creído que en esta aciaga vida, los que hacen
el mal a otros tendrían que pagarlo de
forma inmediata. Púes sería lo más parecido a la ley del Karma, pero según el
Budismo los que hacen el mal, recibirán su castigo en otras vidas. En otras
religiones tenemos cielo e infierno, claro que la manada de leones que se han
cenado a tres estúpidos cazadores furtivos en una reserva de África del Sur,
sin saberlo, han aplicado la llamada justicia poetica, al devorar a estos
necios cazadores. Los tres cazadores se habían internado en la jungla con
rifles de alta precisión, sus objetivos eran asesinan a balazos a varios
hermosos Rinocerontes. El trofeo hubiera sido los fabulosos cuernos de estos
bellos animales. Con los cuernos de estos Rinocerontes, lo hubieran convertido
en polvo para más tarde venderlo a cualquier imbécil que piensa que ese polvo
de los cuernos de dicho animal, le hará ser mas fuerte sexualmente. Lo que no
esperaban estos cazadores, era que una manada de leones vengara a sus hermanos
del reino animal. Como siempre los humanos los más peligrosos del planeta
tierra, digo yo.