Después de leer la monumental biografía del historiador británico,
Geoffrey Parker titulada Felipe II el Rey Imprudente, reflexiono sobre lo
fructífero de su largo reinado. Por
supuesto no todo fue gloria para la nación española. Aunque éramos respetados y lo más importante temidos,
yo opino que sus cruentas guerras religiosas contra los herejes protestantes y
calvinistas fue los más nefastos de su época. Su determinación de imponer el catolicismo, a través
de la espada del Duque de Alba en Los Países Bajos, fue un error estratégico
que ocasionó la ruina económica. Púes
mantener un ejército de 60,000 soldados en aquellos lugares, resultaba una
carga impositiva sobre el resto de los españoles. Por no hablar de la plata y el oro, extraída
de las minas de México y Peru, por esclavos africanos. Todo este tesoro solo servía para alimentar un
gran ejército y una desigual guerra religiosa, que no tenía fin. La prioridad principal del Rey, hubiera sido más
lógica aunar esfuerzo y destruir al Islam, conquistando Constantinopla y más
tarde Jerusalén.
Otra cosa digna de censurar en su largo reinado, sería la
infinita crueldad demostrada con la quema en la hoguera de cientos de herejes,
que no eran católicos. Durante su corto
reinado en Inglaterra, al haberse casado con María Tudor, hizo mandar que
murieran en la hoguera a 285 protestantes, de ellos cuarenta eran mujeres. También la rebelión de los Moriscos en Granada
se saldó con decenas de miles de muertos. La guinda seria la ejecución en la horca de
los condes, Egmont y Hornes, más mil rebeldes holandeses en 1568. Tantas muertes inútiles en nombre de Cristo,para al final no poder luchar contra su propio destino, que era su muerte postrado en una cama. Fue algo digno de misericordia,la manera como murio, para cualquier
ser humano con algo de compasión.
Los últimos días antes de morir fueron espantosos. Púes tenía todo su cuerpo cubierto de llagas,
qué despredían malos olores. Sencillamente
yacía en su lecho entre sus propios excrementos. La forma en que murió me lleva a reflexionar
sobre como el Karma, pone a cada ser humano, tanto si es rico, pobre o poderoso
en su sitio. La Historia está llena de
casos de poderosos que murieron solo entre sangre y excremento, algo de lo que tenía
que haber reflexionado este gran Rey. Me
pregunto cómo el Dios por el que tanto luchaba, le dejó morir de esa manera tan
espantosa. Luego la justicia divina del
Karma es la única respuesta, digo yo.