Dice un aforismo atribuido a Plutarco, que los Dioses
ciegan a los que quieren perder. La
sentencia le va como anillo al dedo a la formación política de Podemos. Lo ocurrido este domingo electoral, a la
formación Unidos Podemos, o Unidos Perdemos, es lo más parecido a una derrota anunciada.
Eso sí, todas las encuestas les elevaban
al séptimo cielo, pero el batacazo ha sido de escándalo. Sencillamente han perdido más de un millón de votos,
desde luego para este estéril viaje, no necesitaban ni alforjas ni la muleta
del Comunismo más rancio. Siempre he creído
que los jóvenes lideres de Podemos estaban vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
Como pardillos interpretaron las
infantiles fabulas de las encuestas. El
orgasmo de sus líderes llegó a los pocos minutos del cierre de las votaciones.,
pues hasta le otorgaban 95 diputados.
Luego los delirios de grandeza se convirtieron en una
cruel pesadilla, al quedarse con el mismo resultado del mes de Diciembre. Una vez más, el pueblo soberano ha puesto a
cada partido político en el sitio que le corresponde. Esperemos que una cura de humildad fuera un
buen bálsamo, para tanta ínfula que se han dado. Sería conveniente cambiar el nombre de Unidos
Podemos, por Unidos Perdemos, digo yo.