A veces
escribir en un blog y exponer tus ideas sobre cualquier tema de actualidad
es una gran responsabilidad. Sobre todo
es un reto ante la prensa domesticada por el sistema. Muchos escribimos por convicciones ideológicas
o religiosas, otros por reforzar nuestras inclinaciones literarias. Pero todos ponemos nuestra entera ilusión y
honestidad en lo que escribimos. Lo mas
importante, nadie nos hace daños por escribir en nuestro blog. Pero si alguien de verdad tiene merito por
escribir en un blog, son los que se exponen a morir asesinados por vertir sus
sinceras opiniones sobre un tema tan espinoso como escribir sobre la religión en
Bangladesh. Esto es lo que le está
sucediendo a algunos blogueros que denuncian el fanatismo religioso que impera
en Bangladesh. Recientemente dos
destacados blogueros fueron asesinados y la opinión publica occidental ha
ignorado este asunto. Hoy en el Occidente
podemos hablar y escribir sobre cualquier asunto que concierne a la ética de
sus gobernantes en los blogs. Pero un
día la fiesta de la libertad de expresión se podría acabar, como por desgracia
está ocurriendo en Bangladesh, digo yo.
sábado, 30 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
VARGAS LLOSA VERSUS PODEMOS
Como
si a Podemos no les sobraran furibundos enemigos, ahora entra en acción el
premio nobel de literatura Vargas llosa, para arremeter con furia jupiterina
contra un partido político español respaldado por más de cinco millones de
democráticos votantes. Claro que todo
tiene una explicación en este arrebato de intolerancia. Púes, ¿qué se puede esperar de un octogenario
con 80 añitos, que parece que la senectud le juega una mala pasada? Dice el afamado escritor travestido a un
aristócrata de la sociedad de caviar, y portada de las revistas de corazón, que
si Podemos llegara al poder, la nación española sería una réplica de Bolivia o
Venezuela, en pocas palabras hay que parar a Podemos. Me pregunto que si este arribista de salón ha
pasado alguna vez necesidades económicas en su afortunada existencia. Y pensar que en mi adolescencia fui un devoto
seguidor de sus magnificas novelas. Pero
los ideales nobles de sus personajes literarios ya no son los mismos, digo yo.