Hay días
que me levanto con un inflamado y colérico ateismo, al plantearme lo que
significa en sí las religiones y sus dioses. Tengo que admitir que siempre he buscado en
este vidrioso tema,las diferentes respuestas de lo que pensaban los grandes filosofos de
cualquier época, ya fuera leyendo a los que hacen un panegírico de Dios y la
Religion, como Blaise Pascal, Leibniz, San Agustín o Tomas de Aquino. También leía a los detractores como David
Hume, Ludwig Feuerbach, Voltaire, y tantos otros. Luego de leer tanto sobre Teología y Fe, al
final en mi caso lo reduce a algo que es muy simple, y es que el ser humano está
atrapado en el engranaje de las religiones. Pero que a la hora del dolor y la miseria, ninguno
de los dioses a los que se implora moverá un dedo por aliviar esa pesada carga,
que todos llevamos nada mas nacer.
Un
ejemplo de que los dioses siempre nos han tenido abandonados fue el holocausto
que sufrió el pueblo hebreo, a mano de un régimen nazi y de religión cristiana.
Aquí su Jehová les dejó con el culo al aire,
y eso que era el pueblo elegido. ¿Y qué
decir de los 300,000 japoneses achicharrados por dos bombas atomicas que le
lanzaron los norteamericanos, un pueblo que era de religión cristiana¿ Aquí tampoco acudió la misericordia sintoístas
o budisticas para aliviar el pavoroso sufrimiento del pueblo japonés. Por no hablar de la tenebrosa Rusia de Stalin,
en donde mas de 20 millones de seres humanos murieron de hambre, fusilados o de
enfermedades. Aquí tampoco hubo un Dios
que quisiera parar las infinitas penalidades del pueblo de religión ortodoxa o cristiana.
Un caso digno de locura es el actual
martirio y sus torrentes de sangre, en el que dirimen sus peculiares interpretaciónes
de la religión del Islam, los sunitas y chiitas. Aquí se hacen pedazo en nombre de Allah estas
dos tendencias del islamismo, y si sobra algo de sangre, siempre habrá una
buena cabeza de cristiano para decapitar.
Conclusion,
¿no seria mejor que un meteorito acabe con este planeta, antes que nosotros
humanos irracionales terminemos con este planeta a través de torpes y ridículas
interpretaciones religiosas?, digo yo.